¿Qué Pasa?

Armando Almánzar: el escritor que jamás muere

Armando Almánzar: el escritor que jamás muere

Emotividad, amor y recuerdo, todo en un solo aliento generalizado. El homenaje póstumo al más radical y auténtico de nuestros críticos de cine, fue un ceremonial penetrante y poético a un maestro que seguirá viviendo por medio de su obra escritural, cine o literatura, no importa.

Un acto hermoso y con intervenciones precisas, las necesarias y que se inició a las 7:30 en punto, con la exactitud que tenía Armando Almánzar, para dar paso a la introducción de Marc Mejía y Hugo Pagán Soto, ambos del colectivo Cinemaforum, el propulsor del acto.

La bienvenida a cargo de una Vera Lucía Crespo, nieta, en una intervención que vio quebrada su voz al describir cómo era el abuelo. Un audiovisual de Luis Martín Gómez (en base a las entrevistas que le hizo), con un sarcástico sentido del humor, parte de una química que ambos intercambiaron durante años; un Alberto Perdomo, el amigo de más años en conocerlo y quien describió cómo se inició de crítico de cine, finalizando con una frase que hizo llorar a más de una persona.

Teo Terrero y Yanela Hernández hicieron una lectura dramática de su emblemático cuento El Gato para cerrar con la tremendamente bien escrita intervención de la productora, escritora y abogada Carmen Imbert Brugal, directora del Matutino Alternativo, medio para el cual Almánzar sirvió durante 24 años de transmisiones.

Nada más que eso se podría pedir para recordarle como se merecía el más importante y serio crítico de cine del país.

UN APUNTE

Libros y sugerencia

Por decisión de Patricia García, su esposa, al final del encuentro se obsequió a los asistentes con libros de cuentos y novelas del autor fenecido. Una idea que se sugirió entre sus amigos es editar sus críticas de cine, ordenadas por tema, género, directores y épocas.

El Nacional

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