El Palacio Nacional, sede del Gobierno de la República Dominicana, asiento del presidente de la República, donde se toman las grandes decisiones y se traza la política para la buena marcha de la nación, está en un entorno arrabalizado, con calles a oscuras y en mal estado, aceras rotas y alcantarillas destapadas.
Levantado hace 71 años, en la colina denominada La Generala, en un área de 25 mil metros, El Palacio Nacional, hoy está en medio de negocios ambulantes, clínicas, universidades, oficinas públicas, y bancas de apuestas.
Muy cerca del recinto presidencial se observan vehículos estacionados sobre las aceras, en vía contraria, obstaculizando las entradas y salidas a residencias particulares y vendedores ambulantes por todas partes.
La arrabalización es tal que en algunas calles la maleza cubre las aceras, los hidrantes y algunos postes del tendido eléctrico están podridos en las bases a punto de caer.
Tal ocurre en la calle Rosa Duarte a esquina Manuel Rodríguez Objío, donde la alcantarilla está rota y el poste del tendido eléctrico está a punto de caer.
Uno de los más graves problemas existente en el entorno del Palacio Nacional es la falta de espacios para estacionar vehículos, lo que provoca que centenares de automovilistas se estacionen sobre las aceras y en los lugares no autorizados para tales fines.
Concentración
Una de las causas de la arrabalización del entorno de la casa de Gobierno, se debe a que la misma está rodeada de 39 oficinas públicas que concentran grandes cantidades de empleados, como el Banco Central, el Ministerio de Hacienda, el Instituto Dominicano de Aviación Civil (Idac), el Cuerpo de Ayudantes Militares, y el Departamento Nacional de Investigación (DNI).
El sector tiene además 18 plazas comerciales y donde operan diariamente alrededor de 90 venduteros públicos, que se instalan sobre las aceras en triciclos y camionetas.
También influye en la arrabalización, que la zona se ha convertido en el paso de autobuses y minibuses que transitan desde el centro de la ciudad hacia La Feria, y viceversa.
Calles a oscuras
Muchas calles y avenidas del entorno de la casa de Gobierno están correctamente iluminadas como La México, Doctor Delgado y Rosa Duarte, pero otras están a oscuras como la Pedro A. Lluberes y Manuel Rodríguez Objío.
El problema se debe a que las luminarias se dañan o se queman y la institución encargada de sustituirlas no corrige eso.
En la calle Pedro a Lluberes no existe una sola bombilla en buen estado desde la calle Pedro Henríquez Ureña hasta la México, mientras en la calle Manuel Rodríguez Objío apenas hay seis bombillas en buen estado a todo lo largo de la vía.
La calle Manuel de Jesús Galván tiene un sistema de alumbrado muy defectuoso que en ocasiones se apaga y en otras permanece normal.
La calle Doctor Báez, que termina frente a la entrada principal del Palacio Nacional tiene casi todas las bombillas, pero la falta de poda de los árboles, impide que la vía esté iluminada correctamente.
Igual ocurre con la calle Julio Verne que va desde la avenida Bolívar hasta el costado lateral izquierdo de la sede del Gobierno.
Aunque muchas calles de los alrededores del Palacio Nacional están en excelentes condiciones de rodamiento. algunas como La Moisés García tienen el asfalto en mal estado.
Alcantarillas
Uno de los más graves problemas del entorno del Palacio Nacional es la gran cantidad de alcantarillas rotas, abiertas y en mal estado, provocando un ambiente desagradable por los malos olores que despiden.
Esas alcantarillas se observan en las calles Galván, Rosa Duarte, Pcdro A. Lluberes, Manuel Rodríguez Objío.
Muchas de las alcantarillas están abiertas debido al robo de las tapas de los registros sanitarios y al robo de las tapas de los registros telefónicos y eléctricos de los semáforos.
Otras han sido destruidas por camiones, autobuses y automóviles que suben sobre las aceras en las calles que circundan el Palacio Nacional.
Estacionamientos
Un estudio realizado en el sector de Gazcue, donde está ubicado el Palacio Nacional, revela que en esa zona operan 39 oficinas del Estado, 26 hoteles, 18 clínicas y hospitales, 43 edificios de consultorios médicos, y 16 empresas de venta de vehículos.
También dos talleres de reparación de neumáticos, 14 plazas comerciales, 18 colegios privados, y dos plantas envasadoras de agua potable.
Como la zona de Gazcue, donde fue construido el Palacio Nacional en 1947, era una zona netamente residencial, no hay espacios para estacionamientos públicos o de grandes capacidades.
A causa de esa situación, miles de automovilistas se estacionan en zonas prohibidas, sobre las aceras y sobre los espacios destinados a los peatones.
Venduteros
Otra dificultad en los alrededores de la sede del Gobierno son los vendedores ambulantes que operan en la zona.
Se estima que más de mil vendedores de frutas, vegetales, frituras, chiriperos, buscones y agentes tributarios pululan gran parte del día en el sector en busca del sustento diario.
Pese a los esfuerzos de las autoridades tal situación no ha podido ser controlada.
Igualmente la existencia de fondas y lugares de venta de comida rápida, también inciden en la arrabalización del entorno del Palacio Nacional.
Moradores de la zona esperan que las autoridades del Gobierno inicien un plan de rescate del entorno de la casa de Gobierno en los próximos meses.
