Lo que dicen y se contradicen
Al conocerse que a Daddy Yankee se le va a entregar un Casandra Internacional algunas personas sustentan el argumento de que resulta contradictorio que se premie a un artista del reguetón, cuando en la premiación no se contempla a los exponentes locales del género.
Pienso que a partir del reconocimiento que se le dió a Don Miguelo cuando el éxito de “La cola de Motora” los intérpretes locales tuvieron una magnífica oportunidad de inscribir el reguetón local en el premio, y lo que hicieron fue desperdiciarla.
En vez de continuar desarrollando el género lo que hicieron fue descender, al punto de que ni siquiera fueron capaces de crear su propio premio a la música urbana.
Ni ellos mismos han sido capaces de premiarse.
Le sucedió lo mismo que al rock cuando los rockeros criollos pidieron que se les excluyera del Casandra para ellos montar su propia premiación con ”expertos en la materia”.
Mirando en un espejo roto
En ese espejo deben mirarse los intérpretes del denominado merengue de calle, a los cuales tras mucho esfuerzo se les ha dado la oportunidad de estar en la premiación.
Pienso que deben ver el pase a los premios Casandra como un reconocimiento a su esfuerzo y a la superación que algunos de ellos han venido procurando.
Hay experiencia de géneros que son admitidos en la premiación, que luego descienden o practicamente desaparecen .
Se ha citado el caso del rock, el merenhouse, la música denominada alternativa, y otras expresiones que en su momento han sido consideradas y premiadas, pero que despues desaparecen del interés de la gente.
Entonces salen a fortalecer la falsa creencia de que el premio Casandra azara.
Fiebre por los musicales
El entusiasmo es creciente tras el éxito que están teniendo los musicales de Broadway que se están montando en la República Dominicana, y donde el talento de los criollos ha estado superando todas las pruebas. Después de El Violinistas en el Tejado, que con tanto éxito montó Guillermo Cordero, ya hay aprestos para subir a escena el musical Cats, como también el emblemático A Chorus Line que se anuncia para el mes de octubre del presente año.
No hay dudas de que la escala de compromisos y el nivel de realización escénica ha subido grandemente en el país, a partir de los frecuentes montajes de estos afamados musicales.
