En los últimos tiempos algunos cantantes y líderes de orquestas de merengue han adopotado la modalidad de hacer giras hacia Estados Unidos en solitario, o solo con el frente de la agrupación, dejando a los músicos en el país.

Lo hacen para ahorrar el dinero de los pasajes aéreos, de los hoteles, dietas, y todo lo que conlleva un viaje con la orquesta completa.

En Nueva York hay músicos especializados en acompañar a los merengueros que viajan sin orquesta, que con solo varias tandas de ensayos montan el repertorio de cualquier agrupación.

Es cada vez más usual ese recurso, que le permite a ciertos merengueros poder salir de gira a territorio norteamericano.

Sin embargo esa modalidad es rechazada por las figuras de mayor peso en el merengue, como Héctor Acosta, Sergio Vargas, Los Rosario, y otros.

En el caso de Sergio va más lejos, pues en una entrevista que le hicieron en Nueva York donde se encuentra de gira rechaza el viajar sin sus músicos pues considera que con ello se le falta el respeto al merengue.

Lo cierto es que algunos empresarios se manifiestan renuentes a a contratar agrupaciones musicales de merengues completas, debido a los costos que conlleva el traslado de grupos de hasta 15 personas para presentaciones en establecimientos de poca capacidad como son los denominados lounge que se han puesto de moda.

En torno a este caso se origina una controvesia, que pone de relieve la realidad de un mundo cambiante en el negocio del entretenimiento y el espectáculo.

Los músicos son los que sufren la consecuencia, que no solo están siendo desplazados por máquinas y programas de computadoras, sino también de los espacios de trabajo que tradicionalmente han tenido.