La bachata, una expresión musical que en el pasado fue estigmatizada, considerada “música de guardias”, de mal gusto y de gente baja, y que muchos escuchaban a escondidas, procurando que nadie se diera cuenta, le acaba nueva vez sobre el merengue, ocupando un espacio que en otros tiempos le correspondía.
Los intérpretes del género Romeo Santos y Prince Royce cantarán el 16 de este mes en la Casa Blanca para celebrar la música latina en el Mes de la Herencia Hispana.
Se trata de una gala, donde aparte de los bachateros mencionados, estarán figuras de la categoría de Alejandro Sanz, Marco Antonio Soliz, Ricky Martin, Gloria Estefan, raul Malo, Natalie Cole, Arturo Sandoval y Lila Dows.
Llama la atención que tratándose de una celebración para exaltar la música latina, no esté el merengue, pero tampoco la salsa.
Una nota dice que: “La intención de la Casa Blanca es reflejar la influencia de las muy diversas comunidades latinas de las Américas. Desde los animados ritmos de América Central y el Caribe hasta los bellos sonidos de América del Sur, la música latina es conocida por la mezcla de una gran variedad de estilos.
Esos “animados ritmos de America Central y el Caribe: no son otros más que el merengue y la salsa, pero en el listado de los artistas que actuarán en el evento, no hay ningún merenguero y salsero.
Según el cable de una agencia de noticias: La primera dama Michelle Obama iniciará la jornada como anfitriona a un discurso sobre los orígenes y características de la música latina que el director del Museo del Grammy, Robert Santelli, ofrecerá a 130 estudiantes de secundaria en Washington. Algunos de los artistas participantes, como Lila Downs, Romeo Santos y Marco Antonio Solís, acompañarán a Santelli a responder preguntas de los estudiantes durante la exposición, que será transmitida en vivo a las 11 am (hora de la costa este, 1500 GMT) a través del mismo cibersitio de la Casa Blanca.
Se trata de un evento importante, y es lamentable que no se anunciara a ningún merenguero en el mismo. Definitivamente creemos que la gente del merengue debe revisarse, para que el género no siga perdiendo vigencia ni espacio, con el perdón de aquellos que rechazan que esté en crisis.
