¿Qué Pasa?

Arte nacional

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Las mejores cantantes del país no se encuentran en el escenario, sino en la casa, realizando tareas hogareñas y familiares.

Gente que no han tenido la ovación ni el interés de desarrollar su talento, o que cuando lo intentaron no encontraron el apoyo necesario para cristalizar sus sueños.

Por ello cuando se organizan concursos en busca de nuevas figuras para la canción, muchas veces lo que se descubre son “amas de casa que cantan”, y que por más esfuerzo que se haga no traspasan el rol hogareño.

Es el fatídico designio que tienen la mayoría de los concursos o “reality  shows” de canto, que descubren nuevos talentos para consumo hogareño.

Aparte de descubrir “amas de casa que cantan”, a veces quienes ganan son veteranos que llevan toda una vida cantando en hoteles turísticos en “shows” para entretener a los huéspedes, y que aun cuando son los ganadores tampoco de ahí pasan.

En la maraña de gente que triunfa en los concursos de canto no se quedan los cantantes religiosos, de iglesias, que con el tema “Le Llaman Jesús” estuvieron en una época ganando los primeros lugares, pero que tampoco fueron para ninguna parte.

Siguieron en sus iglesias, porque como ya hemos dicho, ser cantante es una cosa, y artista otra.

 Y es que los concursos y festivales de canto se organizan para buscar las mejores voces, pero en modo alguno ello asegura el éxito del ganador como cantante.

Ya se han visto los casos de que concursantes que no han ganado los primeros lugares son los que a final de cuentas se han establecido en el fervor y favor del público.

Bastaría con recordar a Johnny Ventura en “Buscando el Exito” en el Radioteatro al Aire Libre de La Voz Dominicana, a Fernando Villalona en el Festival de la Canción y de la Voz, y a Sergio Vargas en el Festival de la Voz que organizaba Rafael Solano.

De los ganadores nadie se acuerda, sin embargo esas figuras artísticas y carismáticas se han quedado establecidas para toda la vida.

El Nacional

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