De repente se escucha el sonido de algunos tambores que pensábamos eran lejanos.

Luis Medrano aboga por un proyecto de Ley que obligue a los patrocinadores de espectáculos internacionales a que también tomen en cuenta las producciones artísticas con talento criollo.

Alude de manera directa a las compañías telefónicas, que se sabe destinan millones de pesos en patrocinio de espectáculos con artistas extranjeros, y no dan un centavo para que los se realizan con los artistas criollos.

Por otro lado, la productora y conductora de televisión Milagros Germán, también aboga por una Ley que protega a la televisión local.

Tal parece que algunos sectores representativos de nuestro arte y de la comunicación están abriendo los ojos, luego de muchos años de un largo sueño.

Les debe pesar que la gente del cine, en diez años de creciente actividad cinematográfica criolla, ya tienen una Ley que les protege.

Hace tiempo que en los espectáculos, en la televisión, deberían existir ciertas normas y reglas en favor del talento criollo.

Dudamos sin embargo de la eficacia de los reclamos que se hacen, pues siempre se quedan en simples enunciados.

En otros países, tomando de ejemplo a México y Estados Unidos, las leyes que protegen a los artistas y técnicos del espectáculo las propician los sindicatos, no una figura particular, aislada.

En el arte criollo no hay gremialismo. Existe un sindicato de artistas al cual el sector al que pudiera proteger no le da calor.

Un Circulo de Locutores Dominicanos que solo existe para el premio Micrófono de Oro, mientras sus miembros son desplazados de los trabajos, y carecen de reglamentaciones y leyes que los protegan.

Los tambores de Luis Medrano y Milagros Germán, continuarán sonando lejanos…