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Mediciones de audiencia

Conversaba con un amigo colombiano, experto en mercadeo, que se encuentra en el país desarrollando un trabajo de campo para una encuestadora extranjera que mide preferencias políticas, y que está contratada por una entidad empresarial.

Se asombra él de los niveles de audiencia que registran algunos de los principales programas de la televisión criolla en las mediciones que ha hecho, procurando determinar en qué canales y programas resulta más provechosa invertir los presupuestos publicitarios de los partidos.

“En mi país volarían cabezas si los resultados de las encuestas arrojan que un programa de televisión se mantiene tan por debajo de la competencia”, nos decía.

Se refería al hecho de que aquí hay productores de programas de televisión que se mantienen al frente de los mismos sin importar que el trabajo que hacen se está viendo o no.

Le explicamos que es un mal que arrastramos desde hace mucho tiempo.

Que en el país practicamente no hay productores de programas de televisión, y que salvo honrosas excepciones, la mayoría de ellos son muchachos de mandados.

¡Cuáles cabezas volar, si no hay!. ¿Para poner a quién?.

Le explicamos a ese amigo que en el país se realiza una televisión muy “sui generis”, donde casi nadie sorprende con algo diferente, pues se sigue el mismo esquema, o los patrones heredados de productores ya desaparecidos.

Que se realiza una televisión practicamente sin inversión, con espacios contratados en base a porcentajes de facturación, y donde el talento tiene que pagarse él mismo buscando comerciales, que también tiene que compartir con la empresa.

Es lo que explica que se hagan tantas “excelentes recomendaciones”, de intercambimos irrelevantes, que convierten algunos rogramas en una especie de mercado persa.

Se juega al trabajo con el menor esfuerzo, a la rutina de siempre, sin ningún astibo de genialidad y creatividad, que tanto falta hace en la cotidianidad de una televisión que se pasa el tiempo balancéandose en una mecedora, porque está “mocha”.

¿Rating?. Cuando los canales quieren rating compran telenovelas. !Esas si que no fallan!.

Aunque resulte penoso decirlo, por lo que ello implica, es la triste realidad.

El Nacional

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