La dinámica Jackeline

Es sorprendente la vitalidad y la capacidad de trabajo que despliega Jackeline Estévez, en una época en que las cantantes solistas van camino a convertirse en una especie en extinción.

Hay carencia de nuevas figuras, y con casi todas las que brillaron en los años 80 se encuentran sin actividad visible o fuera del escenario.

Jackeline es una de las pocas figuras femeninas de la canción romántica que se mantienen en vigencia, en una época en que predominan otros géneros musicales, y la balada y el bolero, han sido desplazados a una posición marginal.

Jackeline nos sorprende con una nueva producción musical que ha lanzado, con una línea de arreglos y composiciones dignas de los mayores elogios.

Baladas pop modernas, al nivel de cualquier producción internacional de gran relieve, con canciones originales de Addys Collado, Carlos Brito, Félix Montan, Geovanny Gutiérrez Zapata, Julián Pichardo, Ramón Usvaldo Santana y el afamado cantautor español Braulio García.

“La mano en el fuego”, es el título del nuevo álbum de Jackeline, el cual lanza en una época en que hasta la producción del disco físico desaparece, para dar paso a formatos y estilos de comercialización “online”, y a las ventas en tiendas virtuales.

La valentía de Jackeline sencillamente hay que apoyarla y aplaudirla, pues prefiere el trabajo y la acción, a postrarse frente “al muro de las lamentaciones” como han hecho otras, que se han dejado vencer por las dificultades del medio y los cambios que ha dado el negocio de la música.

El título de “donde las águilas se atreven”, le sienta bien a Jackeline por su fortaleza, decisión y voluntad inquebrantable de seguir adelante, con su arte, sin mirar hacia atrás, ni a los lados.

Por ello merece todo nuestro reconocimiento. Sobre todo por la calidad, dignidad y modernidad con que mantiene su trabajo, en una época en que se manifiesta una crisis de valores que se ha llevado por delante el buen gusto y el criterio en el arte y en la música.