Bailes para vampiros

En días pasados asistí a la celebración del cumpleaños de una amiga en una discoteca de la avenida Venezuela.

Pensaba excusarse por llegar tarde, pues pasaban de las 11:00 de la noche. Pero cuando ingresé al lugar, me di cuenta de que no había nadie.

Pensé que se le había caído la fiesta de cumpleaños a la amiga, pues ni ella estaba allí. Y me fui.

Al filo de la medianoche me llamaron por teléfono preguntando por qué me había ido, y cuando expliqué lo que había ocurrido me dijeron que a la una de la madrugada era que le gente llegaba, y que había llegado muy temprano.

Para no desairar a la amiga en su celebración volví de nuevo a la disco. Y efectivamente comenzaba a llegar la gente, y ciertamente a la 1:00 P.M. fue que se encendió el ambiente.

El que los bailes de discotecas empiecen tarde ya es una modalidad que conocíamos. El problema está en que cada vez empujan más la hora con lo que ya las fiestas son para madrugadores, que salen de allí a beber café y a desayunar con el sol afuera.

Tiene sus ventajas para los músicos, pues a veces terminan de tocar un baile en Higuey de madrugada, y vienen a la capital a tocar otro y llegan a tiempo.

Lo cierto es que atrás quedaron las fiestas que empezaban a las 9:00 de la noche, donde las orquestas tocaban 4 sets, y a más tardar se terminaban a las 1:00 de la mañana.

Y ahora resulta que a las 1:00 es que arrancan y comienzan las fiestas a ponerse “en su punto de ambiente”

Muchos “pasados meridianos” no pueden coger ese chucho. Demasiado fuerte…