El arte de echarle un jabón al sancocho
El colmo de lo absurdo aconteció este martes en el encuentro de prensa del grupo denominado Merengueros SigloXXl para dar a conocer los detalles de un concierto que será presentado el 29 del presente mes en la plaza Juan Barón, que estaba pendiente desde finales del pasado año, para celebrar el Día del Merengue, y que fue pospuesto como parte del recogimiento que hubo en el país debido a la calamitosa situación que provocaron las lluvias con las inundaciones en la zona norte.
Muy bonito el acto, donde por primera vez se pudo ver a casi todos los grandes merengueros juntos, Pero, ¿adivinen quién dañó el acto? .

¡Omega!, el inefable Omega, ¡y sin estar presente!

A un periodista se le ocurrió “la grandiosa y brillante idea” de preguntar por qué en un concierto de Merengueros Siglo XXl donde iba a estar Johnny Ventura, Wilfrido Vargas, Fernando Villalona, Sergio Vargas, Los Hermanos Rosario, Héctor Acosta, Miriam Cruz, Silvio Mora, Ruby Pérez, Eddy Herrera, Juliana, Tueska, Divas By Jiménez, y muchas otras figuras del género, no se incluía a Omega y a los exponentes del denominado “merengue urbano”.

Johnny Ventura, líder del grupo, respondió que no consideraba que los denominados merengueros urbanos, o de calle, hacían merengue, en razón de que no se rigen por el patrón ritmico del género.

Esa opinión provocó el desacuerdo de Sergio Vargas y Fernando Villalona, que enfrentaron al Caballo, defendiendo a los denominados urbanos, llegando al extremo de que practicamente le enmendaron la plana diciendole que no podía hablar por el grupo, lo que fue calificado por parte de los presentes como un irrespeto a la figura de JohnnyVentura.

Un encontronazo que no se quedó en lo conceptual, y que evidenció la falta de afinidad, identidad y de criterio de Merengueros Siglo XXl en torno a lo que desean hacer.

El lioso Omega provocando disturbios a control remoto con la sola mención de su nombre.

Lo curioso del caso es que ese merengue de calle que merengueros tradicionales han querido reivindicar, fue un fenómeno pasajero, que la gente descartó, como se ha podido comprobar en el hecho de que hasta el mismo Omega ya no hace ni toca el denominado “merengue de mambo” y se ha ido a otras expresiones de la denominada música urbana. ¡Y los merengueros tradicionales discutiendo y peleándose por él, en vez de defender su parcela!

¡Cosa más grande!.