¿Qué Pasa?

Arte nacional

Arte nacional

Joseph Caceres

El mambo de la radio
Un reportaje que se publica en la prensa puertorriqueña plantea el dilema de la radio la isla. Llega a la conclusión de que la radio en Puerto Rico ha entrado en un proceso de decadencia.
Se ha dicho que los presupuestos publicitarios y la audiencia, han disminuido en la radio boricua, provocando el cierre y la venta de muchas emisoras que no han podido adaptarse ni buscar solución a los retos de los nuevos tiempos.

La situación se veía venir, pues el tema ha sido tratado en múltiples ocupaciones por especialistas y analistas de los “mas media”.

Se da el caso de que se puede prescindir de la radio para escuchar música, la cual es descargada a los teléfonos móviles y receptores digitales, y ordenada de acuerdo a las preferencias, sin necesidad de escuchar locutores hablando ni sufrir las interrupciones de pautas comerciales.

El recurso del denominado “streaming” le ha “dado en la madre” a la radio, para emplear una expresión coloquial, pues le ha alejado un conglomerado muy importante como es el de la juventud. ¡La juventud ha dejado de escuchar radio! Es la dura realidad y la cruda verdad.

El panorama ha ido cambiando con la impronta de la internet, y constituye uno de los elementos que incide en la crisis de la radio, no solo en Puerto Rico, sino en muchas otras naciones.

Preguntamos…¿Y en la nuestra qué? ¿Se puede considerar exenta la radio dominicana de esa problemática global?

Por supuesto que no. Lo demuestra el hecho de que los radiodifusores tradicionales han desaparecido, casi todos, para dar paso a grupos y corporaciones que controlan gran parte de las estaciones de radio del país.

Muchas son las estaciones de radio criollas que han cambiado de dueño en los últimos tiempos. Que han sido adquiridas por iglesias, por grupos económicos, que han dejado de tocar música para convertirse en interactivas, y en arrendatarias de espacios para poder sostenerse.

En la Amplitud Modulada (AM) hay una gran cantidad de estaciones cerradas, y las que siguen operando no las escuchan ni sus dueños.

Así que la crisis que hay en la radio de Puerto Rico no podemos escucharla como “tambores lejanos”.
Ese “mambo” lo estamos bailando aquí también.

El Nacional

La Voz de Todos