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Arte nacional

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Siete cabezas y un alacrán
Trajano Santana, director de la Oficina Nacional de Derecho de Autor (ONDA), ha hecho el anuncio de que trabaja en una plataforma y una estructura legal “fuerte y vigorosa”, que garantice el respeto al derecho de autor, y así evitar que grandes inversionistas víctimas de la piratería sigan retirando sus capitales del país.

Trató el tema durante su participación en el taller “Aspectos Sobre Derecho de Autor del Intérprete y el Productor de Fonogramas que se celebra en Miami.

El problema de la piratería discográfica viene de lejos, y se recuerda que los grandes sellos y las multinacionales del disco, que tenían oficinas en el país, decidieron retirarse y concentrarse en Miami y Rico, debido a los daños que les ocasionaba la piratería.

Se saluda el hecho de que aunque de manera tardía se decida enfrentar el problema, que en la actualidad se ha hecho más difícil de resolver.

Ello en razón de que son los artistas quienes fomentan y apoyan la piratería con el uso de la recurrente práctica de entregar sus canciones a los piratas para que estos los incluyan en los llamados “variados”, que son un compendio de temas musicales de diferentes cantantes y orquestas que se venden en la calle de manera libre y abierta.

Se alega que “los variados” contribuyen a la promoción de la música, y por ello son los artistas quienes buscan a los piratas para que hagan uso de sus grabaciones de manera consentida.

Los dueños de las obras prefieren sacrificar sus derechos de autoría en pro de la promoción.

Con una situación así, tan paradójica y contradictoria no vemos de qué manera se podrá enfrentar la piratería, pues los que se “perjudican” de la práctica dicen beneficiarse de ella.

El intento de Trajano y la ONDA es muy loable, y no podemos más que desearle suerte en su enfrentamiento con la serpiente de siete cabezas.

El Nacional

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