The Monster Roof
República Dominicana se ha convertido en el mercado de mayor dinámica en el mundo del espectáculo de toda el área, con una cartelera permanente y la presencia de las más populares figuras artísticas del momento.
El Festival Presidente bastaría para ejemplarizar lo dicho, pues en toda América Latina no hay un evento tan amplio y completo como este.
En ese auge del espectáculo hay actores fundamentales que lo incentivan y hacen posible, con iniciativas propias, que lo enriquecen y promueven.
Uno de ellos es el empresario artístico Saymond Díaz quien he demostrado ser un gran emprendedor.
Hace años adquirió un revestimiento para el terreno del Estadio Olímpico, de manera que posibilita preservar la grama y sus pistas, el cual usa para sus espectáculos y alquila para los demás.
Esta vez Saymond se decidió por adquirir una plataforma denominada The Monster Roof para sus conciertos, de la cual no existe otra en toda la región, comprada a la compañía holandesa Euro-Truss, que será estrenada la próxima semana con la presentación de Maroon 5, la cual tiene 42 metros de ancho y 20 metros de profundidad, y una elevación de 20 metros del piso al techo, cuando la mayor que hay actualmente en el país es de apenas 12 metros de alto.
Una monstruosidad, como su nombre lo dice, que soporta hasta 36 toneladas de peso, la cual se sustenta hasta en 65 toneladas de agua, para el contrapeso, distribuida debajo de la misma en bidones plásticos gigantes.
La misma permite una vista espectacular, aún a los que estén lejos de la tarima, según se indica.
Sin lugar a dudas ello es un evidente signo de crecimiento y de aporte a la industria del espectáculo, pues como es de suponer la misma estará al servicio de quienes quieran contratarla para sus eventos.
Sólo faltaría que esa dinámica que lleva a Saymond a procurar los mejores escenarios del mundo para los espectáculos en el país, se extienda también a la construcción de un local apropiado para presentaciones multitudinarias bajo techo, como sería el caso de una arena, y así prescindir del inadecuado y deteriorado Palacio de los Deportes del Centro Olímpico.
