ENRIQUILLO. Barahona. Cuando se habla de fe, en términos empresariales, con lo que implica las inversiones cuantiosas en un área sin precedentes, como el caso de la producción de energía eléctrica a partir de la fuerza del viento-, es mucho lo que se pone en juego. Cantidad de dinero, suma de enormes esfuerzos profesionales y el valor de una visión que abre nuevos caminos en una dimensión tan crucial para la vida como es la energía, baldón nacional que con sus deficiencias , que marcan ya 60 años de vida republicana, acentuando la dependencia de una materia prima tan variable en su disponibilidad y precios, como resultan ser los derivados del petróleo, entonces, hablar de fe se resuelve en determinación y consistencia para dar con rutas inéditas y sorprendentes.
Tal es el criterio que queda tras recorrer los dos parques eólicos emplazados en Enriquillo (Barahona): Los Cocos, el primero, el que abrió el camino, y el segundo, Larimar, el más reciente y con torres aerogeneradoras mucho más grandes, eficientes y de un costo mayor, que habrá de pagar con creces su inversión en la medida en que se asiente como una de las formas cruciales de generación eléctrica, a costo cero para el impacto ambiental.
Lo que se produce en esta zona, sembrada de estas torres, con su estilizada estructura de tres aspas inmensas, – basadas en los molinos de viento que consagró la novela El ingenioso Don Quijote de la Mancha, obra cumbre de la literatura española, escrita por Miguel de Cervantes y Saavedra girando al paso del viento, es una revolución tecnológica en la generación de energía.
El ingeniero Bari Domínguez, gerente de los parques aeólicos Los Cocos y Larimar, en las que ya hay 60 torres, está produciendo el 94% de la energía limpia que recibe el sistema eléctrico en la República Dominicana.
Arte y Energía
Ayer, Ege Haina invitó a la inauguración de un mural con 15 piezas que recogen la cultura, el ambiente y las gentes de la región en que están enclavada, el Sur, tantas veces ignorado y al que parece llegarle la hora de un turismo apoyado en su diversidad.
Los dos parques aeólicos se prestan para formar parte de su oferta complementaria en senderismo ecológico, observación de ambiente (flora y fauna), en disfrute del ambiente y admiración del milagro tecnológico que representan para un país necesitado de abaratar su costo de energía.
