HOUSTON – George Springer creía que su casa podría haber sido destruida. Solo sus compañeros de equipo sabían su nivel de preocupación, y si hubieras visto a Springer jugar béisbol durante esos días, no lo hubieras sabido.

Los compañeros de equipo tenían sus propias preocupaciones. Las esposas y los niños parecían estar a salvo y secos, pero algunos llevaban días encerrados en sus casas, atrapados por las voraces aguas del huracán Harvey.

E incluso esas cosas no explican completamente por qué los Astros estaban tan ansiosos por regresar a casa en los días posteriores a que Harvey atravesara la cuarta ciudad más grande de Estados Unidos en agosto, matando a 77 y dejando a miles hurgando entre los escombros de casas destruidas y vidas destrozadas.

“Nuestros muchachos sintieron la responsabilidad de regresar aquí y ser parte de su comunidad”, dijo el gerente de los Astros, AJ Hinch. “Habían visto a sus amigos y vecinos ayudarse unos a otros, y querían hacer algo”.

Tristemente, ese no fue el final del sufrimiento. Mientras Houston limpiaba de Harvey, otro huracán, María, atravesó Puerto Rico devastando la isla.

Para una larga lista de Astros, esto fue personal. El torpedero Carlos Correa, el jardinero Carlos Beltrán , el entrenador de banquillo Alex Cora y otros han escuchado historias de terror sobre la muerte y la devastación de su tierra natal.

Todos han ayudado a transportar suministros de socorro a la isla. Con la ayuda del propietario de los Astros, Jim Crane, docenas de familiares y pacientes de hospitales han sido llevados a tierra firme.
“Mi madre realmente no entendía lo mal que estaban las cosas hasta que llegó aquí y lo vio en la televisión”, dijo Cora. “Ni siquiera estoy seguro de que esté mejorando. Algunos días sí, otros no”.

El viernes, oyó hablar de un hospital en Puerto Rico perdiendo energía en el quirófano durante una cirugía.
Cuando los Astros volvieron a Houston el 30 de agosto, los jugadores le informaron al presidente del equipo, Reid Ryan, que querían hacer algo . Ya fuera servir comida o jugar con niños sin hogar no importaba.

“Querían arremangarse e ir a trabajar”, dijo Ryan, “y eso es lo que hicieron. No creo que nosotros, como franquicia, ni Houston como ciudad podríamos estar más orgullosos de un grupo de muchachos”.

Tal vez lo más importante que hicieron los Astros 2017 fue jugar béisbol. Esto lo hicieron espectacularmente bien, con alegría y energía, jugando tan bien que era casi imposible no quedar atrapados en su búsqueda.