SAN JUAN , Puerto Rico .- Las autoridades federales desarticularon ayer una banda de narcotraficantes que transportaba cargamentos millonarios desde República Dominicana y otras islas del caribe, y se dedicaba mayormente a la venta al por mayor de la droga.
Se indicó que los cargamentos eran transpotados en yates de lujos de 33 y hasta 46 pies de eslora, que contaban con compartimientos secretos que les permitían evadir las inspecciones en los puertos.
Voceros federales dijeron que los cargamentos de drogas que pasaban regularmente por territorio dominicano hacia Puerto Rico, procedían desde varios puntos de Venezuela.
Durante un amplio operativo, en por lo menos ocho pueblos, fueron arrestadas 16 personas y se incautaron drogas por valor millonario, carros de lujo y dineros en efectivo. Se dijo que por lo menos tres narcos se encuentran prófugos , y no se descarta que algunos de ellos esté escondido en República Dominicana.
Las autoridades federales dijeron que el grupo, al que todavía no han atribuido crímenes violentos, movía grandes sumas de dineros en aviones comerciales, correo y contenedores. Mucho del dinero ocupado provenía de Connecticut, Massachussetts, Pennsylvania y Nueva York. El dinero es reenviado desde Puerto Rico a países como Colombia, República Dominicana y Panamá.
También realizaban transferencias bancarias a través de lugares tan distantes como los Emiratos Árabes, Hong Kong y Suecia; cambios constantes en las rutas de trasiego, que incluyen nuevos viajes directos desde Venezuela hasta Puerto Rico; elaborados esquemas para despistar a las autoridades antidrogas.
Se indicó que estas tendencias del bajo mundo, resaltadas en el informe del 2011 del programa federal de Area de Alta Intensidad de Narcotráfico (Hidta), se manifiestan con algunas variantes en la pandilla que, antes de ser desarticulada ayer, operaba principalmente desde Lajas, un lucrativo negocio de importación y distribución de cocaína.
De acuerdo con las autoridades federales, esta organización de mayoristas o capos de alto perfil en el bajo mundo, se valía de al menos tres yates de lujo con compartimientos secretos para transportar la droga desde República Dominicana o las Antillas Menores hasta Puerto Rico.
También distribuía las ganancias mediante transferencias electrónicas de dinero hacia Santo Domingo y con personas que se encargaban de mover grandes sumas de dinero en efectivo, con el objetivo de financiar la compleja operación ilícita.
Según el pliego acusatorio presentado por el fiscal federal Carlos R. Cardona, la organización movió, desde el 2009 al presente, al menos $165,000 en efectivo.