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Autobuses sin conductor

Autobuses  sin conductor

La fabricación de las primeras 100 unidades del autobús autónomo Apolong fue completada en China, las que van dirigidas a operar en lugares turísticos y complejos industriales.

El Apolong fabricado por el gigante tecnológico chino Baidi se convierte así en el primer vehículo eléctrico y autónomo de su clase que se fabrica en masa.
En palabras del presidente de la compañía, Robin Li, “2018 se convierte en el primer año en el que la conducción autónoma comienza a comercializarse”.

Para Li, la simbólica cifra de 100 unidades fabricadas demuestra que la industria se va abriendo paso.

De ensamblar el Apolong se encarga la empresa china King Long. Baidu se limita a incorporar su tecnología de conducción autónoma Apollo, de código abierto y por ahora en su versión 3.0.

En la plataforma colaboran 116 empresas tecnológicas y automotrices y 10,000 desarrolladores, explican en New Atlas.

El Apolong
Es un vehículo extraño. Se parece más a una cabina de teleférico que a un autobús. Diseñado con líneas suaves y ventanas especialmente generosas, tiene capacidad para 14 personas que se sientan unas enfrente de otras. Ninguna conduce. No hay volante, porque este minibús eléctrico se mueve solo.

Puede recorrer 100 kilómetros con una batería completa, que tarda algo más de dos horas en cargarse. Y tiene una velocidad punta de 70 kilómetros por hora que nunca alcanza.

El vehículo autónomo de nivel 4 -en una escala de 0 a 5- ya está operando en diferentes zonas turísticas del país, incluida la capital, Pekín.

De momento se mueve a una velocidad que rara vez supera los 30 km/h, y sustituye a los tradicionales trenecitos y carricoches destinados a hacer menos pesadas las caminatas por zonas extensas, como parques naturales. Pero este es solo el principio de un camino que se antoja largo.

Los responsables de desarrollar el vehículo llevan enfrascados en su desarrollo desde octubre de 2017.

Goza del nivel 4 de conducción autónoma de la Sociedad de Ingenieros de Automoción (SAE), una calificación que implica que el vehículo es capaz de conducir por sí mismo sin la intervención de un humano en ciertas condiciones.

Sensores
Entre los sensores que lo hacen posible hay radares laser y radares de ondas milimétricas para evitar colisiones y cámaras.

El próximo paso es ahora dar el salto a ciudades chinas del tamaño de Pekín empezando por lugares cercados como parques y aeropuertos.

En 2019

Entre los planes de las compañías para 2019 figura también entrar en el mercado japonés, considerado una de las ‘mecas’ tecnológicas mundiales.

Proyectos
En varios países del mundo se están realizando proyectos de vehículos autónomos, sobre todo con autopiloto. No obstante, en cuanto a los aparatos destinados desde el inicio a funcionar como microbuses, no se habla de llegar a la fase de fabricación masiva, esos proyectos todavía no son igual de populares.

Un proyecto parecido: Matr?shka, el autobús no tripulado, recorre las calles de Sochi, una ciudad de Rusia ubicada en el krai de Krasnodar, cerca del límite con Georgia.
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