Opinión

Aves migratorias

Aves migratorias

POR: Max Puig
max.puig@gmail.com

 

El Día Internacional de las Aves Migratorias está dedicado a promover el conocimiento de éstas y a la conservación ambiental. Este día se celebra cada año el segundo fin de semana de mayo y la campaña correspondiente es organizada por dos acuerdos internacionales sobre vida silvestre administrados por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente: la Convención sobre la Conservación de las Especies Migratorias de Animales Silvestres (CMS) o Convención de Bonn, y el AEWA, sigla en inglés del Acuerdo para la Conservación de Aves Acuáticas Migratorias Africanas-Eurasiáticas .

Se han registrado unas 150 aves que migran hacia la isla La Española. Estas incluyen aves canoras, como las cigüitas y los zorzales. También aves de costas y lagunas como los playeritos, patos y gaviotas. Otras aves migratorias son las rapaces, como los halcones.

Estas aves migratorias se reproducen durante los meses de mayo a septiembre, principalmente en Estados Unidos y Canadá, y pasan el resto del año en Centroamérica, el Caribe y Sudamérica, donde encuentran condiciones climáticas adecuadas y de alimento que le permiten sobrevivir durante la época de invierno.

La República Dominicana tiene una gran importancia para las especies migratorias debido a la gran diversidad de ecosistemas, terrestres, lacustres, costeros y marinos que la caracteriza. Entre las áreas más importantes se encuentran las lagunas Cabral, Oviedo, Saladilla, Limón, Nisibón, Gran Estero, Perucho, Lago Enriquillo, Cayo Tuna, entre otras.

Muchas especies migratorias se encuentran actualmente amenazadas por el ser humano y sus acciones no sostenibles. Sabiendo que las especies migratorias dependen de una serie de hábitats para poder cumplir con sus necesidades durante su viaje por la ruta migratoria, son muy vulnerables a la pérdida y reducción de esos hábitats.

Como consecuencia, actualmente muchas especies migratorias se encuentran gravemente amenazadas, o ya están en peligro de extinción. Este es especialmente el caso para aquellas que durante su migración hacen uso de humedales como los lagos, las lagunas y los esteros. Muchas veces estos han sido destruidos con una velocidad alarmante.

La destrucción de manglares para construir hoteles, por ejemplo, está causando serias dificultades para las aves migratorias que dependen de estos hábitats durante sus ciclos de migración. ¿Podrían las plantas de carbón que el gobierno se empeña en construir afectar las rutas y la vida de las aves migratorias? Claro que sí.

¿En qué medida podrían afectarlas? Eso no se sabe.
¿Por qué no se sabe? Porque para determinarlo habría que realizar un estudio del impacto ambiental que provocarían las plantas y eso estudio no se ha hecho.

El Nacional

La Voz de Todos