¿Qué Pasa?

Banco de semillas el arca de Noé del mundo vegetal

Banco de semillas el arca de Noé del mundo vegetal

Por causas naturales o por causas antrópicas (generadas por actividades humanas), más de un 20 % de las 380 mil especies vegetales que existen en el planeta están en peligro de extinción, por lo que la existencia de nuestro medio ambiental pende de un hilo.

República Dominicana es un país muy rico en flora y con un elevado número de endemismo, pero un alarmante total de 1,388 plantas tienen algún grado de amenaza: (831 endémicas y 557 nativas), siendo cada vez más importante el almacenamiento y la catalogación de estas especies para evitar su desaparición.

El Jardín Botánico Nacional Dr. Rafael M. Moscoso (JBN) no se ha “dormido en los laureles” y le ha declarado la guerra a la extinción botánica, por lo que para preservar y salvar nuestra biodiversidad ha creado un seguro de vida para nuestra flora, denominado Banco de Semillas, la cual consiste en una colección de germoplasma con humedad relativa y temperaturas controladas, que tiene como finalidad la conservación de los recursos genéticos.

Esta especie de “Arca de Noé” del mundo vegetal, que alberga unas 3,000 semillas de diversas plantas, de los 10,100 ejemplares con los que cuenta el país, tiene como objetivo la conservación de la flora autóctona dominicana para contribuir a la reforestación y recuperación de especies amenazadas, así como a la investigación acerca de la fisiología de las semillas de las especies nativas y endémicas.

“El Banco de Semillas es una gran herramienta que hemos creado para la conservación de nuestra flora, agregada al trabajo de investigación y concientización de la población”, destacó Ricardo García, director general del Jardín Botánico, al mismo tiempo que resaltó que el proyecto servirá para aumentar las poblaciones de muchas especies de plantas nativas y endémicas que están con algún grado de amenaza, que sin el apoyo de un banco con estas características, se podrían perder en un período de 10 años.

“El desarrollo de este Banco de Semillas de plantas nativas y endémicas, es muy importante porque nos permite evitar la extinción de especies de nuestra flora y, además, hacer un aprovechamiento sostenible de muchas de ellas”, enfatizó.

Con un período de construcción de seis años, a un costo aproximado de 18 millones de pesos, este depósito tiene la capacidad de almacenar millones de semillas en un espacio que incluye un laboratorio, área de investigación, un cuarto frío donde se conservan las muestras y un laboratorio de Cultivo In Vitro, para la propagación de orquídeas por semillas y meristemo del tejido.

La base de su elaboración fue un conjunto de consultas con grandes expertos en conservación de semillas.
Desde el 2007 se han estado ejecutando proyectos de colaboración recíproca entre el Jardín Botánico Nacional de Santo Domingo y el Banco de Semillas del Milenio (Milennium Seed Bank) de los Royal Botanic Gardens, de Kew, Inglaterra, Reino Unido, para colectar, estudiar y conservar semillas de la flora de República Dominicana, y de manera especial de especies endémicas y nativas, priorizando, por demás, aquellos taxones amenazados de extinción.

Estas simientes se almacenan en dos grupos, colección Base, que conserva las semillas a largo plazo y no están disponibles para intercambio. Estas se mantienen entre 4-7 % de humedad y a una temperatura de -18º C. Mientras que la colección Activa se utiliza para intercambios con otras instituciones o personas, así como la propagación de especies destinadas a las colecciones de plantas vivas del JBN. Esta colección se mantiene a un porcentaje de humedad similar a la anterior, pero a una temperatura de 10 grados.

Impacto en el país

Este banco representa una garantía para la conservación de los recursos vegetales autóctonos, sobre todo cuando en República Dominicana o en la Isla Española en general, se producen muchos impactos antropogénicos que han llevado a una drástica reducción las poblaciones de especies vegetales, lo que podría conducir a la desaparición de numerosas especies.

Este proyecto juega un papel importante en la recuperación de la vegetación de un área silvestre, así como al suministro de material de semillas para la investigación básica o aplicada en proyectos de conservación de la flora dominicana autóctona y de proyectos de domesticación de especies promisorias en varios renglones, como podrían ser las comestibles, medicinales, maderables, aromáticas y ornamentales.

Esto no sólo redundaría en beneficios biológicos y ecológicos, sino también en lo económico y social, pues uno de los principales patrimonios de países como el nuestro es el conjunto de sus recursos naturales, de manera fundamental su flora.

García destacó que la responsabilidad de conservar nuestras especies silvestres de una manera sostenible, no es solo de las entidades pertinentes “es un compromiso de cada uno de los dominicanos”.