Opinión

Barack Obama

Barack Obama

La campaña electoral de los Estados Unidos es la campaña electoral del mundo. Los medios de comunicación se encargan de que así sea. El día de las elecciones se elige al presidente del mundo. El presidente de Estados Unidos de Norteamérica es el presidente de todos los humanos.

La campaña electoral estadounidense pasada fue la más singular de todas. Un partido, el demócrata, estaba previsto que ganara las elecciones. Ese partido tenía como candidato a una mujer y a un negro. Uno de los dos crearía un precedente.

El cambio ganó en Estados Unidos. Sin embargo, había que ver hasta dónde la promesa se convertiría en realidad; hasta dónde el cambio no era más que marketing de campaña, y que Obama, como muchos otros candidatos, no fuera más que un producto, es decir, una mercancía electoral que todos compramos. Obama llegó con su esposa y sus hijos a la Casa Blanca, que como bien dijo Fidel Castro en una de sus reflexiones, el nuevo mandatario no debía olvidar que fue construida por sus antepasados esclavos. Se instaló y se acomodó hasta con su mascota para que no se perdiera la tradición. (¿Quién enseñó a ésta América a cuidar más a las bestias que a los hombres?, se preguntó el poeta Manuel del Cabral en su poema “Negro Colá”). Nada de fondo ha cambiado en la Casa Blanca. Los cambios apenas se perciben.  Continúa el criminal bloqueo económico contra Cuba. Se mantiene la guerra en Irak. El golpe de Estado en Honduras fue patrocinado por Estados Unidos. Las amenazas sobre otros países, aunque más sutiles, se mantienen. En fin, la política exterior de Estados Unidos sigue siendo la misma a pesar del presidente Obama y de su ministra de Estado, Hillary Clinton.

Ya lo dijo Deng Xiao Ping: “No importa que el Gato sea blanco o sea negro, lo importante es que cace ratones”. El problema no es el color de la piel de un hombre, es lo que representa. Aun sigue teniendo validez la tesis marxista de que “el ser social justifica la conciencia social”. Entre demócratas y republicanos no hay diferencias sustanciales. Cuando tienen que imponer su política en el mundo nada los detiene. Unos y otros han hecho de esa nación la principal potencia del mundo a sangre y fuego. Lamentable y dolorosamente, Obama no parece ser la excepción. Recordemos, no importa que el gato sea negro o sea blanco…

El Nacional

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