Santo Domingo.-Con un sistema cloacal entaponado de materia fecal y lodo, aguas contaminadas, calles y aceras y contenes sobre las que se han construido viviendas, escaleras, talleres diversos y todo tipo de negocios, viven miles de familias en barrios y urbanizaciones del Gran Santo Domingo. Un arrabal que se extiende a lo largo y ancho de la capital.
Uno de los mayores dolores de cabeza es la construcción de miles de viviendas sin marquesinas, lo que agrava la situación de ocupación indiscriminada de los espacios públicos.
Mientras tanto, Medio Ambiente informó que tiene solicitudes de permiso para la construcción de 105 nuevas torres de apartamentos y negocios en la capital.
Pero hay calles como la Rafael J. Castillo, del ensanche La Fe, ocupada por talleres de reparación de vehículos improvisados, negocios que sacan sus mercancías y obstruyen la vía, escombros y vehículos estacionados sobre las aceras y contenes.
En otros casos, las quejas de los residentes en los distintos sectores es porque los robos y asaltos a cualquier hora, se han convertido en su pan de cada día.
Pero de acuerdo a los relatos de los vecinos de los barrios la construcción de pozos sépticos en pequeñas viviendas, que posteriormente son destruidas y en su lugar levantan torres, es uno de los principales males.
A este drama se suma la construcción de millares de viviendas sin marquesinas, lo que agrava la situación de la ocupación de los espacios públicos de manera indiscriminada.
La posición de las familias de los barrios y de urbanizaciones exclusivas confirma la denuncia del Departamento de Medio Ambiente del Distrito Nacional, que había denunciado que miles de torres no cumplen los requisitos ambientales.
“Aquí el principal problema es que no tenemos un sistema de drenaje sanitario y las pocas viviendas que los tienen van a desaguar en el mar Caribe. Pero también miren ustedes cómo están estacionados los vehículos a ambos lados por la falta de marquesinas”, dice la señora Maribel Hiciano, residente en la calle Sánchez del barrio 30 de Mayo, en las proximidades de la avenida del mismo nombre.
Explica la dama que “lo que pasa es que esas viviendas son viejas y cuando las hicieron no les construyeron marquesina, incluso algunas las han convertido en edificios que son estuchitos, porque el espacio es muy pequeño; hoy tenemos el problema del parqueo doble y de que los vehículos son estacionados sobre las aceras y los contenes”.
Mientras que Roberto Figuereo, también vecinos del barrio 30 de Mayo, lamenta que donde no está entaponada la cloaca, la materia fecal va a parar al mar Caribe “por eso el bajo que hay algunas noches por aquí”.
Para Ariela García, residente en la calle Mella del referido sector, es lamentable que mientras las autoridades competentes viven del “pantalleo”, en los barrios los colmados están llenos de borrachos “y hay muchos ladrones; tu ve de día que todo está tranquilo, pero ven de noche para que vea”.
En la calle El Sol de esta barriada se observó un edificio, que fue construido en el solar donde había una casa. La edificación se hizo sin parqueo. Las viviendas de la zona la mayoría no disponen de la instalación del sistema cloacal.
Pero entre los barrios en los que se observan las mayores ocupaciones de los espacios públicos están ensanche La Fe, Cristo Rey y Villas Agrícolas y Villa Consuelo. La calle Rafael J. Castillo del ensanche La Fe está ocupada por completo de talleres, tiendas de repuestos, negocios ambulantes y vehículos estacionados sobre las aceras y los contenes.
En la Ortega y Gasset, en las proximidades la clínica Cruz Jiminián, un amplio tramo de la vía está ocupada por negocios ambulantes.
Mientras en la acera de la calle Monseñor Arzobispo Romero del barrio El Caliche de Cristo Rey, fue construida una cisterna que suple de agua a varias familias.
Cristo Rey no escapa a la tragedia de la mayoría de los sectores capitaleños, los cuales no disponen de sistema cloacal.
William Reyes, cuenta que a parte de la casi inexistencia de un sistema cloacal está el problema de la construcción de viviendas de dos y tres niveles, donde antes había una casucha. “Y el problema es que tienen un pozo séptico que a mi entender muchos vecinos se mudaron en el lugar y no saben donde es que está ubicado”.
Mientras que Alba Iris de la Paz se queja del tigueraje que dice existe en Cristo Rey.
También hoteles
El Nacional supo de buena fuente que muchos hoteles del Distrito Nacional carecen de planta de tratamiento de aguas residuales, situación que pone en riesgo la vida de los usuarios.
“Pero también hay muchos hoteles que no tienen un planta de tratamiento para manejar la gran cantidad de aguas negras que producen, sabemos que Medio Ambiente está al tanto de la situación”, dijo.
Las quejas
El Supermercadito Jaime ubicado en la calle Manuel Ubaldo Gómez con Ernesto Gómez, es el punto de encuentro donde decenas de familias de Villas Agrícolas lanzan rayos y centelllas contra el Gobierno cada mañana por la situación de abandono que dicen padecen.
“Aquí hace falta todo, miren por donde quiera hay aguas cloacales, muchas de las viviendas tienen pozos sépticos”, dice Estefanio González.
La delincuencia, la basura y los apagones también afectan este sector del Distrito Nacional.
Como en todos los sectores de la capital se observan negocios ambulantes de venta de frituras, ropas de pacas, talleres de reparación de vehículos y otros.
Mientras en la calle Doña Chucha del sector Villa Consuelo han operado por años fructíferos negocios de venta de puertas de todo tipo, ventanas, persianas y la más amplia variedad de utensilios del hogar. Estos negocios ocupan casi por completo la vía, con sus aceras y contenes.
“Aquí cuando llueve todo se inunda y la materia fecal se desparrama por todas partes debido a la falta de un adecuado sistema cloacal y muchos de los pozos sépticos entaponados”, dice Ramón Helena, mientras muestra a reporteros de El Nacional las aguas residuales en el contén.
Más torres
El director de Medio Ambiente del Distrito Nacional, Iván Lorenzo, reveló que esa dependencia del Ministerio de Medio Ambiente, ha recibido en lo que va de año solicitudes para la construcción de otras 105 nuevas torres habitacionales y de negocios en el Gran Santo Domingo.
Informó que las nuevas edificaciones se levantarán en los sectores Naco, Piantini, Serrallé y otros del polígono central de la capital y en la provincia de Santo Domingo.
Recordó que Medio Ambiente dio plazo hasta junio del año entrante para que las empresas y otros negocios construyan sus plantas de tratamiento.
El funcionario había denunciado que en las últimas décadas en la capital se levantaron cientos de torres sin los requisitos medioambientales exigidos en la Ley 64-00. Principalmente no disponen de planta de tratamiento, sino de pozos sépticos.
La contaminación
Recientemente el ministro de Medio Ambiente, Francisco Domínguez Brito, alertó de que miles de familias capitaleñas y de la provincia del Santo Domingo se bañaban con agua de inodoros debido a que el agua “potable” que se utiliza en los hogares se mezcla con la de los pozos sépticos.
Dijo que por 40 o 50 años se esté viviendo esa situación y calificó de escalofriante que solo el 5 por ciento de las aguas residuales del Gran Santo Domingo sea tratada.
Ayuntamiento
Reporteros de El Nacional trataron infructuosamente de conversar con el encargado de espacios públicos del Ayuntamiento del Distrito Nacional, Aníbal Díaz.
Se le llamó reiteradamente para conocer las medidas del cabildo para enfrentar el arrabal generalizado en la capital, pero nunca respondió.
Mientras cuando se visitó al encargado del Departamento de Planeamiento Urbano del Ayuntamiento, Amil Abel Santos, se informó que estaba de vacaciones.
Sectores pudientes
Los sectores considerados como exclusivos o pudientes tampoco escapan al peligro que representa la falta del sistema cloacal.
En el Distrito Nacional se advierte de un desastre ambiental debido al vertido en el subsuelo de miles de galones de aguas negras y la extracción de agua mediante la utilización de pozos tubulares.
Los sectores del polígono central más afectados son los ensanches Naco, Piantini, Paraíso y sus vecinas localidades de Serrallés, Arboleda y Yolanda Morales, entre otros.
Actualmente no existe un sistema de alcantarillado sanitario que permita manejar los grandes volúmenes de aguas residuales, mientras el área sigue creciendo con más de 300 torres y edificios.
