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Beatrice Borromeo pide el matrimonio gay en Italia para “salir del medievo”

Beatrice Borromeo pide el matrimonio gay en Italia para “salir del medievo”

Roma, 27 de Junio (EFE).- Beatrice Borromeo, la condesa italiana y periodista que se casará en julio con Pierre Casiraghi, hijo de Carolina de Mónaco, reivindicó hoy la legalización del matrimonio gay en Italia, país del que dijo que vive “en el medievo”. “¿Y nosotros, cuándo saldremos del medievo?” se preguntó Borromeo, de 29 años, en la red social Twitter a propósito de la decisión del Tribunal Supremo de Estados Unidos, que ayer reconoció como derecho constitucional el matrimonio entre personas del mismo sexo.

La toma de postura de la exmodelo, que el pasado marzo difundió en televisión su documental sobre las mujeres de la “Ndrangheta” (mafia de la región de Calabria), se conoce mientras que el Gobierno italiano se prepara para presentar al Parlamento un proyecto de ley sobre uniones civiles entre homosexuales que no incluye legalizar su matrimonio. Italia forma parte del grupo de países europeos que todavía no ha legislado ningún tipo de reconocimiento de derechos de los homosexuales en relación con el matrimonio o las uniones legales de personas del mismo sexo.

El tuit previo de la condesa Borromeo también tuvo carácter reivindicativo y lo publicó el pasado 16 de junio. En él decía- “Bello pasar de una encíclica para ocuparse de los curas pedófilos -crimen, solicitación (crimen en derecho canónico que alude a acercamientos de índole sexual a los fieles)- a la de Bergoglio sobre la ecología”.

Borromeo aludía a la reciente publicación de la primera encíclica en solitario del papa Francisco, en la que el pontífice reivindicó una “revolución cultural” para cambiar el comportamiento de la humanidad sobre el planeta y mostrar su preocupación por el cambio climático. La condesa Borromeo contraerá matrimonio con Pierre Casiraghi el próximo 25 de julio en una ceremonia que, según medios italianos, se celebrará en una de las islas que su familia posee en el Lago Maggiore, en el norte de Italia. EFE

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