Un bebé de un año murió calcinado ayer en Yamasá y sus hermanitos de dos y tres años quedaron con quemaduras graves de segundo y tercer grado al incendiarse la vivienda en la que su madre los había dejado solos.

La Policía identificó al niño como Ángelo Belén quien no pudo ser rescatado por su tío Juan Belén Quezada y vecinos que salvaron a sus hermanitos, una hembra de tres años y un varón de dos.

En nota de prensa indica que investiga el origen del incendio ocurrido en Los botados, de Yamasá.

Según detalló la Policía, el padre de los menores, Rosendo Belén, estaba preso en la cárcel La Victoria por otro caso y que la madre, sólo identificada como Elizabeth o Nona, tampoco estaba en la vivienda de madera y zinc donde vivía con sus hijos.

Residentes del lugar aseguraron que la madre escapó de la Policía al darse cuenta de la situación.
Una unidad del Cuerpo de Bomberos acudió al lugar pero la casa ya se había consumido y el pequeño ya había muerto.
El caso causó indignación entre los vecinos que ven como un acto irresponsable el dejar solos a los pequeños en las casas.