¿Qué Pasa?

Bello concierto final de la Temporada Sinfónica

Bello concierto final de  la Temporada Sinfónica

Mientras escuchaba, en medio de un embelesado y silencioso público a casa llena, la hermosa voz de la soprano dominicana Paola González, creí estar frente a un milagro. Porque hace algunos años era una adolescente que hablaba en mi programa televisivo sobre su participación en recitales y conciertos en el Conservatorio Nacional de Música.

Y ahora, en la Sala Carlos Piantini del Teatro Nacional, la joven cantante sorteaba con serena destreza de veterana del canto lírico los pasajes del Concierto para Soprano Coloratura, del compositor ruso Rienhold Gliere.

Secundada por el acompañamiento de nuestra orquesta sinfónica, conducida por el afamado director norteamericano Kenneth Woods, al finalizar su actuación recibió un elocuente tributo admirativo.

Porque tanto el público, como la orquesta y su impetuoso y emotivo conductor, desde las butacas y el escenario, expresaron con aplausos, abrazos y suave golpeo de sus instrumentos, la emoción originada por el embrujo de una voz acariciante.

El espectáculo incluyó las obras de Johannes Brahms Obertura del Festival Académico, y su cuarta sinfonía en Mi Menor.
La primera fue escrita por el voluble y temperamental autor, tras recibir doctorados honoríficos de las universidades de Cambridge y Breslau.

El director de esta última pidió a Brahms que como forma de agradecer el reconocimiento dedicara a la institución académica una obra de su inspiración.

El compositor no había realizado estudios universitarios, pero fue asiduo participante de fiestas abundantes en licores, y donde se entonaban canciones estudiantiles. Y usó algunas para componer su famosa obertura, que ha permanecido en el gusto del público de diferentes naciones.

El Nacional

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