Este año que transcurre se conmemora el bicentenario del nacimiento del patricio Juan Pablo Duarte. Sin embargo, algunos analistas han objetado el uso de bicentenario del natalicio, considerándolo un error gramatical, pues consideran que el vocablo natalicio no es acción y efecto de nacer; y llegan más lejos en el error, al afirmarse que natalicio y nacimiento no se pueden considerar sinónimos.
Como no soy un experto del lenguaje sino un curioso y amante de éste, pues coincido con Pablo Neruda cuando dijo: ¡Qué buen idioma el mío, qué buena lengua heredamos de los conquistadores torvos (…)! Se lo llevaron todo y nos dejaron las palabras”, me zambullí en un diccionario de la Real Academia Española al leer lo de bicentenario del natalicio, y ¡ah, sorpresa! Desprendido de las acepciones que da el mataburros de los sabios de la Real Academia, se puede decir bicentenario del natalicio.
En la página 1062, en su vigésima segunda edición, el diccionario define a natalicio como adjetivo perteneciente o relativo al día del nacimiento. También en una tercera acepción, a natalicio lo reconoce como un sustantivo masculino que significa día del nacimiento.
No contento con las definiciones dadas por el diccionario de la Real Academia me sumergí con mi escafandra, esto son mis lentes que realmente es eso lo que parecen, al diccionario Larousse de sinónimos y antónimos, y al encontrar la palabra natalicio, lo sitúa como sinónimo de nacimiento.
Entonces, si bicentenario según la Real Academia de la Lengua es un nombre, y natalicio funge como adjetivo que califica o determina al nombre, es correcto por lógica aristotélica usar bicentenario del natalicio . Es por eso que palante con el bicentenario del natalicio del patricio Juan Pablo Duarte.