La Dirección de Impuestos Internos (DGII) mantuvo desde hace meses una profusa campaña publicitaria para instar a chóferes y conductores a renovar el marbete de sus vehículos, que podían adquirir en las oficinas de esa institución, bancos y asociaciones financieras, a pesar de lo cual más de cien mil contribuyentes dejaron pasar el viernes la fecha de vencimiento sin cumplir con ese requisito de ley.
Autoridad Metropolitana del Transporte (AMET) inició ayer la incautación de centenares de vehículos que transitan por calles y avenidas sin marbetes, lo que acarrea multas y molestias, que a decir verdad, han sido bien ganadas por quienes no atendieron los múltiples llamados para cumplir con la ley.
Imposible invocar justificación ante un imperdonable descuido en que han incurrido propietarios de vehículos livianos y pesados que fueron indiferentes a la advertencia de que no habría prórroga para la adquisición de marbetes, por lo que el lunes tendrán que pagar un recargo adicional de 500 pesos o atenerse a que una grúa lo incaute.
El ejercicio de una ciudadanía responsable incluye el cumplimiento estricto de la ley, más aún cuando se trata del pago de impuestos o aranceles, cuyos avisos de vencimiento, como en el caso de la renovación de marbetes, se han difundido con meses de antelación.
Para exigir derechos el ciudadano debe primero cumplir obligaciones, al igual que las autoridades que cumplen con el deber de retirar de la vía pública todo tipo de vehículo de motor que no esté amparado de la tablilla que lo identifica y prueba que ha pagado el impuesto correspondiente.
No se alegue que no se pudo obtener el marbete en tiempo hábil por dificultades en obtención del documentos previos referidos al vehículo, porque tiempo ha habido de sobra para resolver las más variadas dificultades y porque está prohibido el tránsito de carros, camionetas, guaguas o camiones sin ese requisito indispensable.
La novedosa campaña publicitaria mediante la cual la DGII insta a la adquisición a tiempo del marbete, presenta la escena donde la concurrencia aplaude a un conductor que atendió a ese llamado. Los aplausos van dirigidos hoy a los agentes de Amet que proceden a incautar los vehículos que transiten sin ese requerimiento.
El cumplimiento de la ley se exige por igual a todos los ciudadanos, lo mismo que los castigos o penalidades que se aplican por su violación o inobservancia, sin importar si la infracción ha sido fruto de la desidia o de la carencia de conciencia cívica.
A los conductores morosos no les queda otro camino que guardar sus vehículos y proceder a adquirir el marbete con el recargo señalado o correr el riego de que la Autoridad Metropolitana del Transporte los incaute y, entonces, la penalidad sea mayor.