Opinión

Blas Olivo hasta Oreganito

Blas Olivo hasta Oreganito

La policía dominicana ha dado muestra de eficiencia y capacidad investigativa en más de una ocasión cuando se trata de resolver casos horrendos o que ocupan espacios importantes en los medios de comunicación.

No me refiero a esta gestión sino a la Policía como institución.

Todos los casos en los que no haya que proteger a alguien la Policía los resuelve. Sin embargo, cuando la víctimas son periodistas, como que el asunto se complica.

Guido Gil, Narciso González, con Orlando Martínez hubo que esperar casi 30 años para lograr una sentencia a pesar de que los nombres de los asesinos los sabían hasta los chinos de Bonao.

Ahora la Policía está ante el reto de presentar a la sociedad a los asesinos del periodista Blas Olivo y las razones que motivaron el salvaje crimen. De hecho en la presente coyuntura los asesinatos políticos contra comunicadores está descartados, pero en todo crimen hay una razón.

Históricamente, para la Policía ha sido “difícil” aclarar los asesinatos

contra periodistas

Los periodistas quisiéramos que los investigadores policiales actúen con la misma diligencia en el caso de Olivo como lo hicieron en el intento de asesinato contra el capo Yubel Méndez Méndez (Oreganito).

El atentado contra éste se produjo el 7 de mayo, o sea seis semanas después del asesinato de Olivo y en apenas una semana tenían los resultados de la investigación y 48 horas después los implicados tenían medidas de coerción.

Diligencia asombrosa, eficiencia envidiable y capacidad investigativa de primer orden fueron demostradas por la Policía en el caso de oreganito.

Quisiéramos ver esa misma voluntad policial para dar con los culpables del crimen contra este periodista, porque como el pensamiento es libre se podría pensar en que quizás intentan proteger a alguien.

En este caso la Policía tiene un reto que debe asumir con más diligencia, a fin de evitar las especulaciones que puedan dañar más la deteriorada imagen de esa institución, porque no quisiéramos pensar que para quienes la dirigen el caso de Oreganito era más importante que el asesinato de un periodista.

El Nacional

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