Opinión

Bonetti  y Ede Este

Bonetti  y Ede Este

Fue contundente el discurso pronunciado por José Miguel Bonetti cuando criticó el modelo del sector eléctrico y pidió buscar soluciones. El escenario en que produjo estas valientes afirmaciones no pudo ser el más adecuado, pues estaba en presencia del presidente Leonel Fernández y de casi todo el gabinete de gobierno.

Quien hablaba en ese foro era un hombre que, como José Miguel Bonetti, presidente de la Sociedad Industrial Dominicana, al igual que la gran mayoría de dominicanos, está viviendo el impacto negativo que ha tenido en el curso de los años el sistema eléctrico nacional, ineficiente, parasitario, y que se ha tragado miles de millones de dólares, del bolsillo de todos los dominicanos. A esto, se suma el anuncio del gobierno de que ha subido en 12%, divido en dos golpes mensuales de 6% cada uno, la tarifa de energía. La carga sigue aumentándose para cada uno de los ciudadanos.

Ante el presidente Fernández habló el hombre de negocios, el industrial, pero también, en ese momento, representó a los millones de dominicanos que vienen reclamando solución a este serio y grave problema.  Pero, no bien Bonetti había terminado su discurso, cuando el país conoció la compra de Edeeste por parte del Estado, acrecentando más el control público en el mercado eléctrico, una contrarreforma administrativa del actual marco regulatorio.

Y viendo al presidente Fernández justificando lo injustificable, en la reunión con los directores de medio, me recordó la famosa conferencia de prensa para justificar el préstamo de la Sun Land, para luego haber concluido con la resolución de este oneroso contrato, sin que todavía se hayan establecido las responsabilidades y las consecuencias del mismo, tarea pendiente.

Lamentables son las declaraciones del vicepresidente de la CDEEE, al afirmar que la operación con Ede Este no fue la compra de acciones, sino un traspaso, justificando el no cumplimiento de la ley de compras gubernamentales y de licitaciones públicas. Pero, parece cómo si viviéramos en Marte, cómo para no saber que una compra de acciones es igual que un traspaso de acciones.

Lo correcto y lo sensato era convocar a una licitación pública para poner en venta las acciones de la antigua propietaria en Ede Este, y así cumplir con la ley, y mantener lo que era el último ejemplo de inversión privada en el sistema de distribución de electricidad.

Ahora, el “ogro filántropico”, como dijera Octavio Paz,  aumentará su tajada. El Estado, ahora con el control de Ede Este, aumentará la nómina pública, incrementará la inversión en publicidad, acrecentará los gastos, mientras se sigue deteriorando el marco regulador y la eficiencia en el servicio público.

Que no se nos diga hoy que no había otras alternativas, pues las había. Uno paga con gusto el servicio que está obligado a recibir, pero no pagar para que su dinero vaya al bolsillo de instituciones que no retribuyen ese servicio público. Lo demás es justificar lo injustificable.

El Nacional

La Voz de Todos