Opinión

Bosch y Haití

Bosch y Haití

Al inicio del alba, el senador por la provincia La Vega, Euclides Sánchez, acostumbra a ejercitarse, realizando caminatas por las calles de su comunidad, encontrando a su paso a decenas de haitianos ilegales que se desplazan en distintas direcciones, situación que ha provocado alarma en el legislador, que está sorprendido por la gran cantidad de indocumentados en una zona muy distante de la zona fronteriza.

Una mañana cualquiera, el congresista saludó a 27 personas y 22 de ellas eran haitianas, lo que significa que también en La Vega, los ilegales están superando a la población nativa, como ocurre en cinco provincias situadas en los límites que separan ambas naciones.

El problema de la inmigración haitiana sigue sin ningún control, ante el silencio inexplicable del presidente Danilo Medina, que muestra indiferencia ante la gravedad de la ocupación de nuestro territorio, cuya soberanía se encuentra seriamente amenazada por más de tres millones de habitantes de Haití.

Hay una frontera abierta, con más de 100 cruces sin vigilancia militar, lo que nos hace vulnerable a esa inmigración masiva, estimulada por Estados Unidos y Francia, países que ejercen un estricto control de su territorio, y adoptan medidas drásticas contra los extranjeros ilegales. Tanto es así, que los norteamericanos se aprestan a deportar a 55 mil haitianos en los próximos meses, y lo mismo está sucediendo con ciudadanos de otros países, enfrentados a medidas cada día más estrictas en materia de inmigración.

Es tiempo de abordar con firmeza la entrada de haitianos ilegales, y la única solución viable es la construcción de un muro a todo lo largo de los 378 kilómetros fronterizos, para salvaguardar nuestra Patria de los planes de fusionar la isla, patrocinados abiertamente por potencias extranjeras, y la complicidad de la Organización de Estados Americanos (OEA).

Nuestras controversias con Haití son ancestrales, y los ex presidentes de la República, Juan Bosch y Joaquín Balaguer, las abordaron en su oportunidad. El primero expresó en 1983: ¨Haití es un pueblo que siempre nos ha invadido, lo hicieron en los años 1801, 1805, 1822, 1844, 1849, 1855 y ahora que no pueden hacerlo con las armas lo harán empujando a sus nacionales emigrar hacia nuestro país.

Esto pudiese afectar seriamente la democracia dominicana, ya que los haitianos aún se encuentran en la etapa más primitiva del hombre.

El Nacional

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