Opinión

Breve que te quiero breve

Breve que te quiero breve

El ocaso de una estrella: se trata de Betelgeuse de la Constelación de Orión. Una estrella al borde de la muerte. Está estrella de imponentes dimensiones vive sus últimos días, cuando ya casi ha agotado casi todas sus reservas nucleares. Betelgeuse es la novena estrella más brillante de la noche, justamente clasificada como una Supergigante roja. Es una viejecita cósmica con más de 10 mil millones de años de edad, esto es, dobla la edad de nuestro Sol, el cual ciertamente es una estrella que apenas ha entrado en la madurez.

El color característico de Betelgeuse en su etapa terminal, proviene de las bajas temperaturas de su exterior, muestra clara de que ya no tiene combustible. Su curioso nombre se deriva de la lengua árabe, que se traduce como “La mano de Jauza”, una antigua deidad de la mitología oriental. Este astro ha sido observado por todas las culturas de la antigüedad. En la Edad Media se le denominó “La jaula del demonio”. En el Renacimiento esta gran bola roja fue apodada “El infierno del cielo”.

Quizás en el curso de los próximos dos mil años, Betelgeuse estallará convirtiéndose en una estrella Supernova, esto es, literalmente explosionará su muerte en mil pedazos para volver a renacer, cual una placenta de sí misma. Pero otros expertos aducen que estallará dentro de 8 mil años, mucho tiempo a escala humana, pero un simple resuello a nivel sideral.

Cuando eso suceda, resplandecerá tanto que la noche se tornará de día. Será tan notable como la Luna llena, por lo que podrá verse claramente durante el mediodía más soleado. Y este espectáculo podría durar 3 años. Pero también ocurriría lo peor: dada su proximidad con la Tierra, a sólo 300 años-luz, la letal explosión de Betelgeuse afectará la vida en el planeta, quizás destruyendo su preciada capa de ozono. Asombrosamente, en el siglo I de nuestra era, los chinos la describían como estrella blanca, de modo que cerca del nacimiento de Cristo se tornó Supergigante roja a la vista de toda la civilización humana.

Esta estrella es tan grande, que si ocupara el lugar de nuestro Sol se tragaría a Mercurio, Venus y a la Tierra. Marte se salvaría de milagro, ya que Betelgeuse tiene un diámetro de más de 500 millones de kilómetros. Aunque su tamaño varía, porque en ocasiones se reduce o se expande más. Como quiera, es 40 millones de veces más grande que el Sol. De allí su nombre: Supergigante roja.

Pero lo más sorprendente  es que no es el máximo tamaño que puede alcanzar un astro moribundo, ya que también existen las estrellas Hipergigantes. Se han identificado 12 es nuestra galaxia y más de 20 en los confines del espacio profundo. Son tan grandes que las Supergigantes rojas como Betelgeuse lucen como  enanitas junto a ellas. Monstruos descomunales que sencillamente no caben en nuestro entendimiento.

juajua24@hotmail.com

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