En el mes de la Patria, José Reyes: ingresa a la milicia a los 19 años, siendo presidente de la República el general Pedro Santana, justo cuando el país libraba su Guerra de Independencia.

Aprende a tocar varios instrumentos, siguiendo las enseñanzas del prócer Juan Bautista Alfonseca. Destacó como violonchelista de alta factura y como un intelectual autodidacta.

Compuso muchas obras musicales, pero su sueño era componer un himno que llegara al corazón de sus compatriotas y avivara en ellos el hondo sentimiento de la nacionalidad, para que amaran intensamente a su país, valorando sus recursos naturales, su historia, su libertad y su futuro.

Igualmente, soñó que los dominicanos entonaran cada mañana este canto delante de la bandera, haciéndolo con amor desde la infancia, afirmándose con ello en sus sentimientos hacia la nación, a la que llamarían Patria, para que siempre estuvieran completamente seguros de ser dominicanos.

El Maestro José Reyes falleció el 31 de enero del 1905 en la ciudad de Santo Domingo y sus restos yacen en el Panteón de la Patria.

El Himno Nacional, el canto que José Reyes musicalizó, ya cumple 128 años de vida, más vibrante que nunca, inmune a las fugaces empellones de la moda, imponiéndose con toda su nobleza, fúlgido y eterno, a la corrosiva toxicidad de los antivalores, en virtud de que la épica de su letra nos recuerda de dónde venimos y hacia dónde vamos…

Indetenible marcha hacia el futuro que avanza ungida de sus 3 palabras finales: ¡Libertad, Libertad, Libertad! Dedicado al mayior general licenciado José Armando E. Polanco Gómez, jefe de la Policía Nacional, gran puertoplateño y mejor policía y patriota al frente de una descollante jefatura, brillante expositor de vastos conocimientos sobre la nación dominicana, de quien he aprendido los valores del liderazgo sereno y la elocuente erudición.