Opinión

Breve que te quiero breve

Breve que te quiero breve

Por: Juan Carlos García
gmjc24@hotmail.com

 

 

Curiosidades de nuestras ciudades: a pesar de la creciente motorización de las grandes ciudades, en Latino América aún son numerosas las urbes que ´preservan´ su lado rural. En promedio, unos 3 mil perros mestizos deambulan en cada gran ciudad de nuestro continente sin ninguna clase de control. Se estima un promedio de 300 equinos por metrópoli, entre burros, mulos y caballos, sin licencia sanitaria de ninguna naturaleza. Santo Domingo exhibe aún chivos, cerdos, vacas, gallos, gallinas, guineas, palomas y pericos, unas 100 mil de las primeras y cerca de 30 mil de la segundas. Los gallos cantan cada madrugada, le guste o no a la gente que aún duerme, por no existir normas que controlen a los propietarios de estas aves.

¿Cómo llegaron los pericos del campo a la ciudad, acaso emigraron? No. Ocurre que eran aves capturadas sobre en el valle del Cibao y vendidas a la vera de la carretera, para ser ofrecidas a los capitaleños como mascotas. Una vez en su jaula en algún residencial a la que fue llevada, más de un perico logró escapar para volar directo a su libertad. Con una reproducción lenta pero saludable, los pericos comenzaron a poblar los cielos de la ciudad primada, haciendo notar fácilmente con su chillido inconfundible.

En contraste, en ciudades de países desarrollados los perros deben ser registrados por sus dueños, so pena de multas muy altas por no estar al día en el registro sanitario. En cambio, cuando un perro es sacado por su amo para hacer sus necesidades en una ciudad como Santo Domingo, quizás uno de entre mil recoge las heces de su mascota. Los demás las dejan olímpicamente en esa parte del asfalto donde su perro decidió marcar su territorio.

El Nacional

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