Opinión

Breve que te quiero breve

Breve que te quiero breve

POR: Juan Carlos García
gmjc24@hotmail.com

 

Cuando la Tierra tiembla: cada vez que se desata un terremoto como el ocurrido en Chile recientemente, tendemos a creer que fue un remezón aislado y punto. Nada de eso. Dicho movimiento de tierra es resultado de la tectónica de placas es decir que debajo de nuestros pies, la litosfera está constituida por una serie de placas que viven sobreponiéndose unas a otras, en un eterno ‘quítate tú para ponerme yo’ por decirlo de esta forma. Esta danza nació con nuestro planeta y morirá cuando éste expire.

Hoy los 5 continentes lucen bastante separados, pero hace 250 millones de años constituían una sola masa y un solo continente, llamado Pangea. Con el paso de los siglos, con un terremoto por aquí, otro por allá y otro acullá, la danza del planeta fue fragmentado al continente único, partiéndolo lenta, pero inmisericordemente.

La partición de Pangea ha sido el más espectacular evento de la Tierra, pero no ocurrió de golpe, sino pausadamente, chin a chin, en el lapso de 150 millones de años, sin que los dinosaurios se percataran de que lentamente el suelo se estaba desgajando bajo sus pies. El más reciente terremoto de Chile, como el de Haití y todos los sismos que se han producido y se seguirán produciendo, son exactamente lo mismo, tumbos de un minuto de duración que más al paso que una tortuga, están redefiniendo el mapamundi delante de nuestras narices, sin que nos demos cuenta.

No lo verán los nietos de sus nietos, ni las siguientes 10 o 20 generaciones que nazcan después que ellos, ya que no será sino hasta dentro de 40 millones de años que América se habrá partido en dos, a la altura de Panamá, África embestirá a Europa y la región de la tierra del fuego separado del cono sur, formando nuevas cadenas montañosas durante el proceso, extinguiendo o reencausando ríos, porque la Tierra es así: un ser vivo y punto.

El Nacional

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