El peso del cerebro de un adulto es de aproximadamente 1200-1400 gramos, está compuestos por un 75% de agua. La materia gris se compone de neuronas que son las que trasmiten señales a los nervios. El cerebro posee un 40% de materia gris. Se calcula que en el cerebro adulto hay unos 100 mil millones de neuronas, la misma cantidad de estrellas que hay en nuestra galaxia, una simple coincidencia. Las grasas son importantes para nuestro cerebro, la prueba está en que nuestro cerebro está formado en un 60% por grasas de tipo omega-3 (o ácido alfalinolénico).

El mito de que solo usamos un 10% de nuestro cerebro es solo eso, un mito. Cada parte de nuestro cerebro tiene funciones específicas y conocidas. Nuestro cerebro usa el 20% total de oxígeno y de la sangre que circula por el cuerpo.

Cuando estamos despiertos nuestro cerebro genera una potencia equivalente a 10-23 vatios de electricidad, lo suficiente para encender una bombilla. La famosa glándula pineal, del tamaño de un granito de arroz, la tenemos atrofiada, pero podría reactivarse se supiéramos cómo: es el famoso tercer ojo justo en medio de la frente.

Los bostezos son una herramienta de la que se vale el cerebro cuando necesita oxigenarse. Un estudio realizado en Nueva York con estudiantes los que comían sin conservantes, ni colorantes ni sabores artificiales hicieron un 14% mejor las pruebas de inteligencia que los que consumían comidas con estos aditivos. El estrés debilita las células del cerebro, pero de forma continuada, el estrés afecta la función cerebral.

Los científicos han descubierto que los cerebros de hombres y mujeres reaccionan de forma distinta al dolor, esto supone que ambos sexo podamos percibir el dolor de forma diferente y que se pueda tratar este dolor de formas también distintas.

No puedes hacerte cosquillas a ti mismo ya que tu cerebro distingue entre la experiencia táctil propia y la externa. ¿Qué le parece?