El deterioro de las calles de los barrios de la parte alta de la ciudad de Santo Domingo evidencia el estado de abandono y desamparo en que se desenvuelven sus habitantes.
Hoyos, zanjas y ausencia de pavimento en la mayoría de las calles restan calidad a la vida de la población que se desenvuelve en esas demarcaciones.
Un recorrido por los sectores de Villas Agrícolas, ensanche La Fe, San Carlos, Villa Consuelo, Gualey, Cristo Rey, Villa María, Mejoramiento Social, Villa Francisca, Herrera y otros sectores altamente poblados evidenció la situación que mortifica a sus residentes.
Ese deterioro contrasta con el confort que evidencian las calles y avenidas de los sectores residenciales donde las autoridades del Ministerio de Obras Públicas están atentas para atender cualquier falta de bacheo.
Las denuncias en los barrios sobre hoyos, rajaduras, zanjas, aguas negras y otros males en las calles son desatendidas como si sus moradores no contribuyeran, también, al desarrollo del país.
El panorama es el mismo en el Distrito Nacional y los municipios Santo Domingo Norte, Este y Oeste.
La falta de mantenimiento y la mala calidad de los materiales usados a la hora del asfaltado son elementos a tomar en cuenta en esa situación
Una evidencia de ese abandono es la calle J P Castillo, que inicia en la avenida San Martín, en el ensanche La Fe, y concluye en el sector de Cristo Rey en un espacio lleno de maleza y árboles que interrumpe el tránsito normal de la gente.
La cantidad de hoyos en esa calle mortifica a los moradores de ambos barrios que, según afirman, en épocas de lluvia se acumulan aguas que producen mosquitos y, durante las sequías, el polvo que levantan los vehículos “no nos deja vivir”. “Esta calle está destruida y las autoridades actúan como si no existiera, a pesar de que es una de las de más movimiento del sector”, asegura María Concepción, una vecina que lleva más de 20 años residiendo en el lugar.
“Es que la gente del Gobierno solo arregla las calles de los ricos. Para ellos los pobres no existimos”, siguió diciendo María, quien salió al encuentro de los periodistas tan pronto notó su presencia en el lugar.
En Villas Agrícolas, las calles Hermanos Pinzón, Federico Velázquez, Manuel Arturo Machado, María Montez, entre otras, ameritan la atención inmediata de las autoridades.
En Villa Consuelo, en la esquina formada por las calles Baltazar Álvarez y Felipe Vicini Perdomo existe una extensa área llena de basura, aguas negras y mosquitos, que atenta contra la salud de los moradores.
Carmen Medina, residente en la zona, precisa que la situación no sólo afecta la salud, sino que llena de polvo o lodo las casas.
La situación es grave en esa zona de tanto movimiento comercial y donde opera uno de los mercados más importante de la ciudad.
El problema de las calles es tan grave en el sector Villa María que, en algunos casos podría decirse que no existen, porque tienen el aspecto de callejones sin ninguna forma que, al parecer, nunca han sido asfaltadas.
“Entre piedras, polvo y lodo caminamos aquí”, asegura Guillermo Santiago, un chofer de carro público que con frecuencia se moviliza por esa zona.
“Nunca he visto una brigada de Obras Públicas en este en este barrio. Para ellos, nosotros no existimos”, sigue diciendo.
El deterioro se agudiza con los últimos aguaceros, que barren el pavimento, provocando que aparezcan nuevos hoyos y agrandando los existentes.
UN APUNTE
Toda la ciudad
El deterioro de las calles se extiende al Distrito Nacional y los municipios Santo Domingo Este, Norte y Oeste. La falta de mantenimiento y la mala calidad de los materiales usados a la hora del asfaltado son elementos a tomar en cuenta en esa situación, que empeora con las lluvias.
