Las principales vías del Distrito Nacional y la provincia Santo Domingo, se han convertido en centros de economía informal, originando cientos de empleos a dominicanos y haitianos, que venden la más variada diversidad de artículos y productos, en los semáforos, de las intersecciones más importante de la ciudad capital.
Esta practica no es nueva, pero por la dejadez de las autoridades ha ido creciendo de manera exagerada, hasta el punto que ya en algunas esquinas se cuentan decenas de vendedores ambulantes que se movilizan entre vehículos en marcha, ocasionando trastorno al desenvolvimiento normal del tránsito de vehículos por el cambio de luz de los semáforos.
A diario más esquina se suman a la modalidad de Empresa Bajo el Sol (EBS), un ejemplo claro de esto es la avenida San Vicente de Paúl, de la provincia Santo Domingo, con una extensión relativamente corta, que hace unos meses contaba con dos EBS y ahora tiene cinco, ya que desde que son instalados semáforos, se convierten en lugares idóneos para las ventas.
Si bien es cierto que este tipo de trabajo, mueve millones de pesos cada mes, creando cientos de empleos, para hombres y mujeres, no menos cierto es la problemática social que se crea por la falta de regulación por parte de las autoridades municipales.
Aquí no hay donde trabajar, y en la construcción sólo meten haitianos, así que me gano la vida vendiendo agua, aunque pronto ni eso, ya que los haitianos también están tomando las esquina, dijo Juan Alcántara, vendedor.
Los vendedores ofertan una gran variedad de productos, siendo lo de mayor demanda, agua, tarjetas de llamadas, accesorios de celulares, refresco, chinas, helados, periódicos, dulces, semillas de cajuil, flores, alcanfor, etc.
Aunque dependiendo del sector pueden ser ofertados aguacates, mangos, fresas, libros, perros, peces, tortugas, base para tv etc. .A todos estos vendedores se le suman, los minusválido, mujeres haitianas con bebés en brazos, y niños haitianos pidiendo limosna, limpiadores de cristales, haciendo la escena más caótica y deprimente.
Ni los ayuntamientos, ni la Salud Pública, parece importarle esta problemática, siendo los vendedores ambulantes creadores importante de focos de contaminación sanitaria, por mal manejos de aguas, bebidas y frutas, y además, por la creación de basureros improvisados.
Debido al auge y proliferación de estas EBS pueden observarsen en algunas esquinas, a distribuidores que venden directamente a mayoristas, en sus centros de acopio, que a su vez fiaran a los detallistas ambulantes, para la venta del día.
