Los hoyos y las zanjas abundan en la ciudad de Santo Domingo, poniendo en peligro las vidas y los bienes de sus habitantes, ante la mirada indiferente de las autoridades del Ayuntamiento del Distrito Nacional y la Secretaría de Obras Públicas.
En el Expreso V Centenario, que se extiende desde la John F Kennedy hasta la Padre Castellanos, en la parte alta de la Capital, este reportero contó más de 30 agujeros de alcantarillas, de diferentes diámetros y profundidad.
La situación en esa avenida es de extremo peligro, porque los vehículos transitan a gran velocidad y cuando se percatan de la existencia de los hoyos caen en ellos.
Ya lo que hay aquí no son hoyos, sino cráteres como en la luna. Cada segundo cae un carro o un perro en ellos, afirma uno de los moradores del lugar, que se negó a identificarse.
La falta de mantenimiento de esa y otras vías, por parte del ADN y Obras Públicas, es la principal razón del problema.
Otra razón es el constante robo de las alcantarillas que coloca la Corporación de Acueductos y Alcantarillados de (CAASD) de parte de malos dominicanos, a quienes no parece importarles nada el destino del país ni de sus habitantes.
Asimismo, caminar por las aceras de la Capital constituye un gran peligro, porque también están llenas de grandes hoyos.
También, ponen en peligro la salud y la vida de los capitaleños la acumulación de basura, aguas negras, mosquitos y ratas en esos hoyos y zanjas.
La contaminación y los cráteres en las aceras y el pavimento provocan que caminar por las calles de Santo Domingo constituya un alto riesgo.
Las personas tienen que transitar con mucho cuidado, porque si se distraen pueden despertar en un hospital, o peor aún, en un ataúd.
La situación es más peligrosa para los niños que, con la inocencia que les caracteriza, se dirigen todos los días hacia sus centros de estudios.
Muchos padres tienen que abandonar sus ocupaciones para acompañar a sus pequeños a las escuelas y colegios, para protegerlos del peligro.
Un Apunte
Recientemente, el Ayuntamiento del Distrito Nacional anunció que compraría a una compañía mexicana tapas de plástico para las alcantarillas de la ciudad, por un costo de 130 millones de dólares.
Sin embargo, la medida se ha quedado en anuncio y nada se sabe sobre el particular.
