Editorial

Cáncer de la corrupción

Cáncer de la corrupción

Por lo menos 14 dirigentes de la Federación Internacional de Fútbol (FIFA) han sido acusados por la justicia de Estados Unidos de corrupción y soborno por más de cien millones de dólares, un escándalo que avergüenza y arrodilla al deporte más popular del mundo.

Ese oleaje de peculado involucra a funcionarios de varias confederaciones de fútbol y al vicepresidente de la FIFA, nueve de los cuales fueron apresados en un lujoso hotel de Zúrich, Suiza, donde también se abrió otra investigación por sobornos recibidos para designar las sedes de los mundiales de la Copa del Mundo de 2018 y 2022.

Llama la atención que la mayoría de esos líderes deportivos acusados por el Buró Federal de Investigaciones (FBI), son millonarios octogenarios, que conforme a las pesquisas llevaban más de diez años en esas actividades ilícitas, lo que representa un penoso ejemplo para millones de jóvenes aficionados al balompié.

La corrupción se ha convertido en una pandemia que permea a todas las actividades humanas, incluidas la política, la religión, los negocios y el deporte, por lo que parece necesario intentar encender de nuevo la linterna de Diógenes.

La peor crisis financiera global que se desató a finales de 2007 tuvo su origen en la manipulación de los mercados bursátiles y la especulación a nivel mundial de materias primas esenciales como alimentos y combustibles fósiles, burda forma de corrupción que ha sido causa de más hambre y marginalidad en el mundo.

En medio de sucesivos escándalos de corrupción, la presidenta de Brasil, Vilma Rousseff, proclamó que ese país no puede convivir con el peculado y la impunidad, opinión que compartió su colega de México, Peña Nieto, también atribulado por los altos niveles de prevaricación en tierra azteca.

Ex jefes de Estado, ministros, empresarios, sacerdotes, pastores, funcionarios, financistas, guerrilleros y deportistas son procesados o perseguidos por la comisión de corrupción y la lista de espera es más larga todavía.

El escándalo que sacude a la Federación Internacional de Fútbol parece confirmar el temor de que el cáncer de la corrupción ha hecho metástasis en la médula de la humanidad, lo que obliga a las naciones a unificar voluntades en una cruzada para rescatar la decencia y la dignidad del género humano.

 

El Nacional

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