Para cubrir las necesidades de atención clínica de los dominicanos, el Servicio Nacional de Salud (SNS) gasta en compra de medicamentos alrededor de 3 mil millones de pesos anuales. La mitad de este dinero, se consume en medicamentos de alto costo, necesarios para atender unos 12,000 pacientes que padecen enfermedades catastróficas, (cánceres en su mayoría). Por otro lado, solo un 4% se gasta en medicamentos preventivos.

El cáncer es la principal causa de muerte a escala mundial y una de las primeras 10 causas de defunción en nuestro país. Los tipos de cáncer más frecuentes son: pulmonar, gástrico, hepático, colonrectal, mamario, cervicouterino, y próstata. Todos ellos tienen grandes probabilidades de curarse, si se detectan tempranamente y se tratan de forma adecuada.

Más del 30% de las defunciones por cáncer podrían evitarse, modificando o evitando los principales factores de riesgo, tales como: el consumo de tabaco; el exceso de peso o la obesidad; las dietas malsanas con un consumo insuficiente de frutas y hortalizas; la inactividad física; el consumo de bebidas alcohólicas; las infecciones por papiloma virus (PVH) y hepatitis B (VHB). Para estos dos últimos, hoy se dispone de vacunas muy efectivas.

Un enfermo de cáncer trastorna la salud y el bienestar de toda la familia. Aunque el mayor impacto lo provocan niños, la mayoría son personas de edad, que llegan al servicio con cáncer avanzado, que ya han consumido todos sus ahorros y si acaso, con cobertura de seguros médicos limitada o totalmente agotada, quedando a merced de los organismos de beneficencia o de la influencia que puedan tener en los centros de atención del Estado. Lamentablemente su promedio de vida es de alrededor de 6 meses.

En la semana del cáncer, no podemos más que insistir para que las personas tomen medidas sobre la prevención y detección temprana. En cuanto a la atención clínica, aun cuando la proporción del gasto en atención, parezca exorbitante, debemos reclamar el aumento del presupuesto a Salud Pública y de esta forma cubrir todas las necesidades de medicamentos (esenciales y de prevención), estimada en 7 mil millones de pesos anuales. El dinero que se lleva la corrupción bien puede servir para este noble propósito.