Opinión

Cancillería y candidatura

Cancillería y candidatura

(y III)

1.-A raíz de mi designación como candidata a la vicepresidencia, por Alianza País, (a partir de una iniciativa de mi gran amiga Aura Celeste Fernández) se me fueron retirando gradualmente las funciones en Cancillería hasta que un día, exactamente un año después, recibí una carta del canciller Morales Troncoso, designándome como asesora (lo que técnicamente ya era y no practicaba) en mi casa.

2.-Debo al embajador Conde y a Manuel Ramón Ventura Camejo, dos hombres serios, mi consolidación como profesional de carrera (después de diez años de servicio ininterrumpido) en la Administración Publica, y su consecuente prohibición de cancelación y de una reducción de salario a la mitad, como pretendía la entonces vicecanciller, una vez asignada a mi casa.

3.-La razón de mi relevo de funciones me quedó clara cuando la misma vicecanciller se atrevió a decirme que una vez fui candidata debí de renunciar. Cuando argumenté que la Ley no me lo exigía, como no se lo exigió a MargaritaCedeño, dijo que ese liberalismo no se estilaba ni en USA.

4.-Quien ponga en dudas estas líneas puede ir a Cancillería y revisar los archivos o contactarme, porque lo que se estila en este país es la frase: “Calumnia que algo queda”.

5.- Yo tengo documentado mi paso por Cancillería por fecha: correspondencia con los cancilleres; correspondencia con mis superioras; programas de actividades; actividades realizadas y sus evaluaciones; capacitaciones en la Escuela Diplomática; jornadas de capacitación regionales; minutas de reuniones y documentación sobre el tráfico y la trata de personas y sobre como ocurrió y siguen aún ocurriendo, como en el caso de la niñez traficada desde Haití para tres redes: pedigüeños, esclavitos domésticos y explotación sexual; así como las redes de motoristas que los trasladan los días de mercado y las guaguas que los recogen en una casa (identificada) donde los bañan y visten para el abuso sexual, en pequeños hoteles, denuncia de la Red por los Derechos Humanos que opera en Cabo Haitiano.

6.-Por suerte, con los años, mi indignación ha ido cediendo paso a la compasión. Algo sucede en esa media isla que convierte a potenciales seres felices en depredadores y depredadoras.

En personas sine escrúpulos, tan embebidas en sus egos que ignoran que en este país todos nos conocemos y existe un archivo colectivo sobre cada quien, aunque aún hoy no practiquemos la sanción moral que reniega del saludo cortés o los besos de Judas, en actividades donde a algunos no se les debería permitir la entrada.

7.-Espero ahora regresar en paz a mi jardín, acompañada por el cariño colectivo, que es, junto con el de mi compañero y compañer@s, lo único que me importa

El Nacional

La Voz de Todos