El entorno de la Puerta de El Conde, el monumento histórico más emblemático de República Dominicana, está cada vez más degradado y contaminado, debido a las incontables paradas de carros públicos y guaguas voladoras, por el intenso olor a orines y a la nocturna presencia de trabajadoras sexuales.
La arrabalización de los alrededores del lugar donde comenzó la Independencia Nacional hace 171 años, se debe además, a la presencia de decenas de buhoneros, vendedores de frutas, limpiabotas y mendigos que han tomado la zona como su centro de operaciones.
Para muchos el llamado baluarte de la Puerta de El Conde, es únicamente un lugar donde los funcionarios del Gobierno acuden a depositar ofrendas florales, y donde una vez estuvo el llamado altar de la Patria.
Ahora el lugar es más recordado por el variado menú de comida rápida que se compra en su entorno, por el casos y el desorden en el tránsito y por la presencia de las llamadas “maripositas noctámbulas”.
Solo se salva de la degradación la parte interior de la Puerta de El Conde, por el esfuerzo que 24 horas al día mantienen los miembros el Primer Batallón del Ejército de la República Dominicana, conocido como la Guardia Presidencial, que mantiene una disciplina estrictamente militar en el recinto.
El problema es que los militares sólo tienen autoridad para mantener el orden y la disciplina dentro del recinto, donde no permiten vendedores, ni personas que se comporten en forma inadecuada.
Los militares abren el recinto a las 6:00 de la mañana y lo cierran doce horas después y no permiten que persona alguna pernocte dentro del mismo.
El monumento
La Puerta de El Conde o Baluarte 27 de Febrero, que primero fue llamada Bastión de San Genaro, es un edificio militar del siglo XVII formado por dos cubos macizos con un arco en piedra.
Esta edificación tiene un gran valor histórico, cultural, arquitectónico y sentimental para los dominicanos debido a lo cual todos los actos oficiales y privados de homenaje a la patria se llevan a cabo allí.
Debido a esa situación la custodia de la Puerta de El Conde está confiada al Primer Regimiento del Ejército de República Dominicana, conocido como La Guardia Presidencial, que tiene a su responsabilidad la protección del presidente de la República.
Esta instalación militar la integran además, una parte de la muralla, una fosa en forma triangular orientada hacia el Este y varias garitas. La puerta servía de entrada a la ciudad de Santo Domingo.
El nombre que lleva es en honor y reconocimiento al Conde Bernardino de Meneses Bracamonte y Zapata (El Conde de Peñalva), quien luchó contra la invasión inglesa de William Penn y Robert Venables en 1655.
En el centro del parque está el “Altar de la Patria”, un mausoleo de mármol blanco y arriba del portal el Escudo Nacional; en su interior las estatuas de los tres Padres de la Patria: Juan Pablo Duarte, Francisco del Rosario Sánchez y Matías Ramón Mella, cuyos restos reposan en tres nichos ubicados en la parte inferior, donde arde la llama votiva.
Su valor histórico está en que fue el escenario del primer acto de la Independencia de la República Dominicana el 27 de febrero de 1844, y donde se izó por primera vez la bandera nacional.
Paradas
El caos en el tránsito de vehículos es tal que los alrededores del monumento patrio parecen ser el centro de una enorme terminal de pasajeros.
En la zona es fácil hallar paradas de guaguas que viajan a San Cristóbal, Azua, Baní, Haina, Nigua, Juan Barón, Nizao y Don Gregorio.
También se encuentran en la zona paradas para los autobuses que viajan a la parte alta del Distrito Nacional como Gualey, Los Guandules, avenida Padre Castellanos (antigua 17) y otros lugares como Domingo Savio, etc.
Pero la mayor cantidad de rutas de autobuses van desde la Puerta de El Conde hasta el parque Enriquillo, a la avenida Duarte con París, Villa Duarte, Los Mina, kilómetro Nueve de la carretera Mella, Hainamosa, El Almirante, San Isidro y Guerra.
Los conchos
Los llamados carros del concho también generan caos y desorden, pero en menor medida.
Los automóviles que transportan pasajeros salen de las inmediaciones de La Puerta de El Conde hacia el Centro de Los Héroes, pasando por las universidades Apec, Tecnológica de Santiago, Autónoma de Santo Domingo, y la Dominicana O&M.
Otros se dirigen hacia la parte norte de la ciudad y circulan por la avenida 30 de Marzo, San Martín, Peña Batlle, John F. Kennedy, kilómetro Nueve, Pantoja y otros lugares.
Otro número apreciable de vehículos circula por la avenida Mella, Duarte, Padre Castellanos, Nicolás de Ovando, Villa Duarte y Los Mina.
Además en los alrededores de la Puerta de El Conde existen alrededor de seis lugares donde se estacionan los taxistas a esperar clientes.
La existencia de esas estaciones de taxistas dificulta el tránsito de otros vehículos por la zona, generalmente muy congestionada.
Los venduteros
Uno de los mayores problemas alrededor de la Puerta de El Conde son los vendedores ambulantes y buhoneros que operan en el lugar.
En el lado sur de la Puerta de El Conde existe un puesto de billeteros y quinieleros, que se mantienen en la zona desde la década de 1950, hace más de 60 años.
A pocos metros se mantienen otros vendedores ambulantes de flores, objetos artesanales y en el lado norte existe un verdadero desorden con los vendedores de frituras, comidas rápidas, jugos, frutas, etc.
Esos vendedores ocupan las aceras de la avenida Bolívar con 30 de Marzo, y la zona que va desde la 30 de Marzo hasta la calle 16 de Agosto.
En esta zona permanecen alineadas decenas de casillas de los vendedores con todo tipo de comidas rápidas, desde los preparadores de sanduiches y chimichurris, hot dogs o perros calientes, hasta los vendedores de jugos de naranja y de caña, agua de coco, agua embotellada, refrescos de soda y cuantas cosas de comer existen.
Venta de sexo
Las mujeres y homosexuales que se dedican a ofrecer placeres sexuales a cambio de dinero no eran muy frecuentes ni visibles en los alrededores de la Puerta de El Conde. Eran más conocidos un poco al este, especialmente en las avenidas Mella, sobre todo en las inmediaciones del Mercado Modelo, El Pequeño Haití y la avenida Duarte con París.
Hoy día unas hermosas negras, pechugonas, de caderas muy abundantes, pululan en los alrededores de la avenida Bolívar con 16 de Agosto y 30 de Marzo en busca de clientes que deseen pasar un buen momento a cambio de unos pesos.
Estas trabajadoras sexuales, muchas de ellas extranjeras, salen en “búsqueda” pasadas las 11:00 de la noche hasta bien entrada la madrugada.
Igual ocurre con algunos homosexuales que se dedican a la prostitución y que tienen una clientela increíblemente estable sobre todo de ciudadanos extranjeros que generalmente visitan la Ciudad Colonial a poca distancia.
El orden
Personas preocupadas por la situación se preguntan a quién corresponde poner orden en los alrededores del monumento histórico.
Hay quienes creen que tal atribución corresponde al Ayuntamiento del Distrito Nacional, otros opinan que debe ser el Ministerio de Cultura, algunos a la Oficina de Patrimonio Cultural y a la Comisión de Efemérides Patrias.
Pero lo cierto es que ninguna autoridad interviene en el deterioro progresivo de las áreas aledañas al baluarte de la puerta de El Conde.
