Opinión

Cápsulas

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El equipo Águilas Cibaeñas ganó el campeonato 2007-2008, y desde ya tenía montado otro escenario que le completaría el triunfo en el béisbol criollo de esa antepasada temporada.

En vista de que el béisbol en la hermana isla de Puerto Rico colapsó durante ese período y por lo tanto no se presentaría en la Serie del Caribe, el Glorioso Licey fue invitado a completar el cuarteto caribeño.

Pero ése era el mencionado otro escenario que el conjunto de la Hidalga de los 30 Caballeros tenía listo para completar la barrida, o sea, victoria en la temporada nuestra 2007-2008 y victoria en la Serie del Caribe, con asiento en el dinámico, entusiasta, consecuente y altivo estadio Cibao.

No obstante, una cosa piensa el burro y otra el que lo apareja, hablando en sentido figurado y sin el menor asomo de ofensa ni de querer el ya célebre J la P que se utiliza en el programa radial “El Gobierno de la Mañana”.

El Licey, el Glorioso equipo de la enseña azul, le aguó la fiesta a su tremendo rival del primer y más valiente Santiago de las Américas.

Cuando el Glorioso Licey parecía un relleno para esa Serie del Caribe, un cuarto equipo improvisado, un “tonto útil” del campeón amarillo, una comparsa porque era necesario un cuarto “team”, el ya más que centenario equipo del color azul le comió los caramelos a las Águilas Cibaeñas, y de paso a Venezuela y Puerto Rico.

Yo viví intensamente aquella Serie del Caribe, porque prácticamente la inauguramos los del equipo de “El Gobierno de la Mañana”, que encabezan Bienvenido Rodríguez y Willy Rodríguez con un programa especial a las 8 de la mañana del día de apertura, espacio que se prolongó hasta después de la 1 de la tarde.

Eso fue posible en el salón especial de las Águilas Cibaeñas, y gracias a tantos hermanos santiagueros colaboradores, encabezados por Winston-Chilote-Llenas, presidente del equipo y leyenda viviente del equipo aguilucho y del béisbol dominicano. Y gracias a la colaboración y presencia participante de mucha gente clave del béisbol, incluyendo al presidente de la Liga Dominicana de Béisbol Profesional, doctor Leonardo Matos Berrido y al célebre historiador doctor José de Jesús Jiménez Olavarrieta, el queridísimo Joseíto.

Yo me quedé casi 3 días en mi admirada y siempre cariñosa ciudad del Yaque que nunca duerme (con permiso de Juan Lockward), por lo que capté lo que aquello significaba, o sea, la Serie del Caribe, para la directiva aguilucho, para los peloteros, para la fanaticada.

El Glorioso Licey arrasó con la Serie del Caribe, la décima que conquista y que lo confirmaba como el máximo ganador de la historia de ese clásico, desde el inicio de su primera etapa en 1949. Ha ganado 10, cuando el que le sigue ha ganado 5.

¿A qué viene este comentario de lo que pasó en esa Serie del Caribe en la que el Glorioso Licey hizo fracasar los planes de la Cuyaya y su proyecto de seguir ganando tras el campeonato 2007-2008?

Muy sencillo: que la raíz del desastre aguilucho en la pasada justa, esto es, 2008-2009, hay que buscarla en la Serie del Caribe que el Glorioso Licey ganó en febrero de ese mismo año 2008.

Y por lo tanto, y siguiendo la misma lógica de pensamiento, esta nueva victoria azul, temporada 2008-2009, forma parte del empuje que el liceísmo centenario logró en febrero de 2008 y en la temporada 2008-2009 con Serie Regular, Round Robin y ahora Serie Final, con barrida y todo: 5-0 frente a los Gigantes.

¡Licey Campeón!

El Nacional

La Voz de Todos