Opinión

Cápsulas

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El momento más decepcionante para los amantes estadounidenses del béisbol ocurrió cuando los Medias Blancas de Chicago vendieron la Serie Mundial de 1919 a los Rojos de Cincinnati.

Los Medias Blancas pasaron a ser los “Medias Negras”, y por primera vez se instituyó el cargo de Comisionado de Béisbol y a cargo del juez de línea dura de la Suprema Corte de Justicia USA Kennesaw-Moubtain-Landis.

Los culpables fueron expulsados de por vida de las Grandes Ligas y de toda actividad del béisbol, y sus récords borrados ( ¿) de los libros. Décadas después, los récords fueron reintegrados, pero a nivel de asteriscos.

El segundo momento más decepcionante para esos mismos fanáticos del béisbol de las Grandes Ligas ocurrió cuando se comprobó que Pete Rose, para muchos el mejor bateador de la historia de las Mayores, era un apostador compulsivo siendo pelotero activo y después siendo… manager de los citados Rojos de Cincinnati!

Pete Rose, el hombre de los 4256 hits, los 746 dobles, los 3562 juegos y los 14053 turnos, quedó eliminado de por vida de ingresar a la inmortalidad que otorga el Salón de la Fama de Cooperstown.

El momento más decepcionante para los amantes cubanos del béisbol profesional lo trajo la revolución cubana-castrista del 1 de enero de 1959, reflejado en la decisión de 1961 de suprimir ese tipo de béisbol.

Cuba tenía el béisbol más fuerte del mundo, fuera de los Estados Unidos, sus Grandes Ligas y su sistema de sucursales, pero Cuba seguía en la lista con 4 equipos que eran símbolos del mundo del béisbol: los Azules (¡siempre el Glorioso Licey!) del Almendares, los Claveles Rojos de La Habana, Marianao y Cienfuegos.

Esos 4 equipos jugaban en el vetusto y amplio estadio del Cerro, llamado así por que está ubicado en el cerro habanero, con un material criollo excelente y refuerzos impensables para otras ligas. Hoy se llama “Estadio Latinoamericano”.

Cuba se daba el lujo de tener su propio equipo triple A: “Havana Sugar Kings”, propiedad de un gran hombre del béisbol llamado Roberto Maduro, alias Bobby, que tras ir al exilio fue nombrado Comisionado para el Area del Caribe.

Yo no tengo la menor duda de que sin la revolución socialista Cuba tendría hace tiempo un equipo a nivel de las Grandes Ligas.

El momento más decepcionante para los amantes puertorriqueños del béisbol ocurrió cuando esa disciplina colapsó en la vecina isla, y no se jugó la temporada 2007-2008 ni los boricuas, claro está, pudieron asistir a la Serie del Caribe Santiago 2008, ganada por el Glorioso.

Bueno, me detengo ahí para decir que el momento  decepcionante para los amantes dominicanos del béisbol, su deporte rey, acaba de ocurrir con el desastre, la tragedia, la hecatombe, la vergüenza, la ignominia, el sunami, el holocausto… el Apocalipsis del Clásico Mundial.

Increíble, absurdo, asqueroso, insólito, inaceptable, intolerable, desastroso, vomitivo, monstruoso, criminal, maldito, diabólico, hemofágico, degradante y… agregue, agregue, agregue amigo lector.

¿República Dominicana descartada por Holanda, que de paso nos ganó 2 veces en una semana, con 2 carreras limpias nuestras en 20 entradas y un grupo de manganzones criollos que provocaban la vergüenza ajena?

Y lo peor (¿puede haber algo peor?) es que… no pasa nada!

¿Y con esa carga a cuesta, con ese baldón, con esa mierda, vamos ahora dizque a pedir la sede del Clásico para el 2013? No nos hemos ganado esa Sede.

El Nacional

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