FILADELFIA. Carlos Santana ha tenido un comienzo terrible en su primer año con Filadelfia. Está bateando .150/.245 /.375 en sus primeros 11 juegos luego de irse 4-0 con una base por bolas en la victoria del miércoles por 4-3 sobre los Rojos.
Santana también ha tenido un comienzo fantástico. Hasta el miércoles, 230 bateadores han puesto al menos 20 bolas en juego, y solo cuatro tienen una tasa de contacto más fuerte que el 61.6 por ciento de Santana, donde “golpe duro” se define como 95 mph de velocidad de salida o más. Ese es un gran problema. El año pasado, las Mayores tuvieron un promedio de .558 al conectar la pelota tan fuerte, y .225 cuando no lo hicieron. Mientras más puedas hacerlo, mejor.
El lugar de Santana en la tabla de clasificación de los bateadores más fuertes está en el porcentaje 98, y aunque todavía es temprano, no es demasiado temprano para decir que golpear la pelota con fuerza es una habilidad. Robinson Canó y Tommy Pham son dos de los bateadores por encima de él. José Iglesias y Dee Gordon están en la parte inferior.
No toma mucho tiempo saber si un bateador puede masacrar o no.
Entonces, ¿qué es lo que hay? Si solo te importa lo que ha sucedido, Santana no ha sido excelente. Si te importa qué pasará en el futuro, las cosas se ven mucho mejor. Hay una gran diferencia entre conectar .150 porque realmente no estás pegando bien, o porque las cosas simplemente no están cayendo en tu camino.
Santana, hasta ahora, ha sido quizás el bateador de mayor mala suerte del béisbol. Tiene 16 outs difíciles, la mayor cantidad en el béisbol. Solo un jugador, Andrelton Simmons (14), está dentro de dos. Nadie más tiene más de 12.
