El informe del Banco Central sobre el desempeño de la economía durante el primer trimestre de 2016 resulta altamente satisfactorio a juzgar por las estadísticas que presenta, en especial la referida al crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), de un 6.1%.
Ese notable crecimiento del PIB dominicano durante el periodo enero marzo estuvo matizado por la reactivación de la actividad minera (33%), intermediación financiera (12%), salud (9.6%), construcción (8.8%) y hoteles, bares y restaurantes (6.6%), lo que demuestra también que sectores no tradicionales fueron los que mayor valor aportaron a la economía.
A pesar de la devastadora sequía que afectó amplias zonas de cultivo durante la mayor parte de 2015, la agropecuaria aportó al crecimiento del PIB un 6.2%, para un leve crecimiento de un punto porcentual, aunque se prevé que para el segundo trimestre de este año recupere su liderazgo en el ámbito del valor agregado.
En términos reales, el crecimiento de 6.1% del PIB consolida el liderazgo de la economía dominicana con relación al resto de países de América Latina que de nuevo presenta una previsión promedio de crecimiento negativo.
Conforme al informe del Banco Central, durante los primeros tres meses de este año se generaron 173 mil 402 nuevos empleos, para un total consolidado desde 2012, de 436,912, superior en casi 37 mil puestos de trabajo a la meta que se había trazado el Gobierno para este cuatrienio.
Resulta saludable para la economía y la gobernanza el dato de que la tasa de desocupación abierta se redujo de 6.0% a 5.7%, porque mantiene la tendencia del decrecimiento de una variable que ha sido mínima en la anatomía productiva de la nación.
Se resalta también que al término del trimestre, las reservas internacionales brutas del Banco Central cerraron con US$5,183.4 millones, equivalente a 3.5 meses de importaciones, mientras que las reservas internacionales líquidas, las disponibles de inmediato para afrontar cualquier eventualidad, ascienden a US$3,155.3 millones, lo que ofrece garantía de certidumbre en la estabilidad de los indicadores macroeconómicos.
Los ingresos generados por el turismo, US$1,792 millones; por remesas, US$1,289 millones; por exportaciones de bienes (aumentaron 2.1%) y la inversión extranjera US$580.1 millones, cierran un cuadro económico halagüeño para la economía durante el primer trimestre de 2016, a pesar de los malos augurios que se mercadean en estos tiempos.
