Opinión

CARTAS DE LOS LECTORES

CARTAS DE LOS LECTORES

Congresistas dominicanos

Señor director:

Los congresistas aplican para el siguiente refrán: “No hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista. La gente que le preocupa este país, su pobreza por injusticia social, su perversidad generalizada e institucionalizada y el futuro del país, pregona su esperanza de que con el lío de los diputados con los casi 200 millones de pesos que se repartieron para habichuelas con dulce y regalos a las madres, ese despilfarro ilegal estaría llegando a su final. Ese lío provocó contradicciones que ponen al desnudo los privilegios que se aprueban y se reparten los legisladores dominicanos.

Se supo que hay casas suplidoras de existencia dudosa, casa comerciales que compraron las órdenes de adquisición y legisladores que las vendieron; lo que deja claro que hay agentes y agencias que tienen acuerdos previos para sus secretas transacciones. Se percibió que hay legisladores que les está remordiendo la conciencia, y el bochorno les está picando en el rostro y no hay caretas para tantos congresistas taparse las caras.

Esos “honorables” han disfrutado a sus anchas los privilegios que se autoasignan en violación a la Constitución y en desafío al pueblo, con argumentos baladíes como el del chinito de La Vega que dijo que no le preocupa lo que digan de esos privilegios; o Sonia Mateo, que arguyó públicamente que prefería renunciar a su curul si quitaban el Barrilito; los presidentes de ambas cámaras, responsables y guías de esos privilegios los han defendido dondequiera, a sabiendas de que son ilegales. Son tan irónicos que promueven y arengan respeto a la Constitución Dominicana y hasta a las ajenas como lo hizo Reinaldo Pared Pérez con la de Venezuela.

A esa conducta impropia de legisladores, se le suma la jugada que hicieron con el proyecto de ley que declararía a Loma Miranda Parque Nacional. Ahora mismo, ante la posible ausencia del presidente del Senado, la mayoría de senadores apoya a Julio Cesar Valentín y una minoría a Cristina Lizardo. Uno y otra serían garantía absoluta de continuidad reforzada de los privilegios que en su beneficio se han asignado los senadores y diputados. Julio César Valentín tiene experiencia enciclopédica como presidente de los diputados y Cristina Lizardo, desde el Senado, defiende a ultranza esos infames privilegios.

 

Atentamente,

Lic. Santiago Martínez

El Nacional

La Voz de Todos