Opinión

CARTAS DE LOS LECTORES

CARTAS DE LOS LECTORES

El poder y los poderes

Señor director:

Ya es hora de que en este país los grupos de presión, sociedad civil y poderes fácticos entiendan que la agenda de una nación no puede circunscribirse a sus objetivos, creencias y deseos particulares.

No se puede permitir que en pleno desarrollo del Siglo XXI las iglesias, no importa su denominación; empresariado y medios de comunicación quieran seguir actuando como si fueran predestinados y propietarios de nuestro destino y de la verdad absoluta.

Ha llegado el tiempo de que en este país los presidentes, políticos, gobiernos, legisladores, saquen de sus cabezas y dejen de temer a las iglesias, empresariado y medios de comunicación porque tumban gobiernos y truncan carreras electorales.

El tema viene a colación por la observación del presidente Danilo Medina al Código Penal sobre la interrupción del embarazo en casos de riesgo de salud para la madre, incesto o violación sexual, y deformaciones incompatibles con la vida.

Creo que con este tema se ha puesto de manifiesto una pugna entre uno de los representantes de los poderes fácticos y el gobierno; queriendo uno de ellos (Iglesia) imponer su visión y planteamiento por encima de todo y todos. Esto señores, sin lugar a dudas, ponen en evidencia lo que estamos planteando más arriba.

Pero también, hay que observar, que a esto se suma una clara lucha de poder entre los grupos en pugnas que podría dar la impresión de que más que un asunto meramente religioso, legal y de salud pública lo que se busca es con su aprobación o no, es ganancia política de uno u otro lado.

Con todo respeto, la Iglesia y los sectores que se suman al coro tienen que entender que más allá de sus legítimas opiniones en torno a un tema cualquiera existe algo más importante y sagrado que es la voluntad y decisión de un pueblo que son la mayoría de sus hombres y mujeres.

Con esa actitud, amigos lectores, ese sector denominado poder fáctico, lo que pretender es continuar con la bendita aberración de dogmatizar y adoctrinar a la sociedad dominicana como en aquellos tiempos de la inquisición.

¡Basta ya de actuar como borregos! Estamos en plena posmodernidad, en donde cada quien tiene cabeza propia para pensar y tomar sus decisiones sin la necesidad de ser arrastrado por una conducta inducida en procura de lograr objetivos individuales al margen muchas veces de las aspiraciones, anhelos, objetivos de la mayoría del pueblo dominicano.

Y que lo sepa el gobierno ese sector va utilizar todos medios a su alcance para intentar convencer, controlar, dominar el pensamiento y los sentimientos que no están de acuerdo con sus plan.

Atentamente

Alberto Quezada

El Nacional

La Voz de Todos