Opinión

CARTAS DE LOS LECTORES

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Cartas

Compromisos y grandes retos

Señor director:

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No es para nadie un secreto que en Haití, tanto en el pueblo como en sus autoridades, siempre ha prevalecido un gran resentimiento histórico que permanece, como una yaga abierta, en el sentido de que nuestro territorio le pertenece, y ellos esperan consumar su venganza con el apoyo internacional, y con los traidores locales, entonces.

La realidad que afrontamos debe llevarnos a asumir el año 2015 como el tiempo propicio para enfrentar los hechos desde el compromiso y la sincerización por los intereses patrios que están peligrando. De nada valdría seguir tratando de sacar a camino al país si todo el resultado se sigue convirtiendo en una piñata acaparada por la excesiva, ilegal e inducida migración haitiana que, por lo visto, tiene la misión de suplantarnos, en grado absoluto, en todos los que hemos logrado en materia de: organización institucional, cultura, medioambiente, educación básica, media y superior, empleo, servicio de salud, y un inacabable etcétera.

Los haitianos, gracias a la benevolencia del gobierno, una parte de la sociedad civil organizada, han tomado a la República Dominicana como un botín de guerra, o como si fueran nuestro territorio y nuestros bienes, una herencia de sus antepasados. De lo que ocurre, no son necesariamente responsables los haitianos, pero si nuestras autoridades, ya que se han mal habituado a no proceder con altura y dignidad, pues como no se respetan a si mismos, tampoco respetan al pueblo que los eligió. Esto es lo que explica que un país, como Haití, pueda desconsiderar, depredar buena parte de nuestro bosque, e incluso poner en peligro la misión diplomática, entre otros excesos, y que ni aun así pase nada.

A veces da la impresión de que algunas de nuestras autoridades se aferran a intereses económicos, alegando, vergonzosamente, que Haití es un socio comercial importante. Así es como pierden de vista que postrarse por unos cuantos pesitos, es un ejercicio de pobreza espiritual, de muy poca dignidad, por lo que no merecen tener la dirección del país, pues la misma relación comercial es manejada por Haití acomodándola, como debe ser, a sus intereses. Haití si tiene que suspender la compra de mercancía, lo hace, fue el caso de los pollos y de los huevos, donde se valieron incluso de mentira, demostrando así su intolerancia contra la República Dominicana.

 

Atentamente,

Melania Emeterio Rondón

El Nacional

La Voz de Todos