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Cartas de los lectores

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Sensatez

Señor director:
Es difícil que haya un dominicano que esté de acuerdo con los casos de impunidad que se registran desde la fundación de la República, relacionados al rápido enriquecimiento de funcionarios que pasan por puestos estratégicos del Estado, lo cual no ha permitido un mayor avance al pueblo dominicano.

En la generalidad de los casos centramos nuestra mirada en funcionarios del Gobierno que llegan a puestos con pocas o ninguna propiedad y en un abrir y cerrar de ojos exhiben bienes que no ameritan hacer una auditoría para darnos cuenta que su fortuna no es fruto del trabajo.

Pero esta realidad que nos da en la cara, no sólo se evidencia en uno de los poderes del Estado, está presente en legisladores, jueces, fiscales, policías y militares, entre otros.

También la encontramos en “dirigentes sindicales” que alegadamente defienden los intereses de sus sectores, pero que al volver la mirada hacia ellos nos damos cuenta que han sido buenos defensores de los suyos y no de los de quienes que representan.
Es justo aclarar que no todo el que ocupa una posición pública se ha enriquecido de manera ilícita, pero estamos seguros de que en este país son menos los que mediante el trabajo se han hecho de algún bien.

Sé que muchos coincidirán conmigo en que en el país hace falta una cruzada contra la impunidad. Soy de los que cree que los pueblos son los que provocan los cambios en cada nación. Sin embargo, no creo que muchos de los que aquí están pidiendo enfrentar la impunidad tengan la suficiente moral para hacerlo. Todos los conocemos, y por tal razón no tenemos que enumerarlos.

El movimiento Marcha Verde viene realizando una serie de actividades exitosas con el propósito de que “el Gobierno” ponga fin a la impunidad en el caso de sobornos y sobrevaluación de obras de la constructora brasileña Odebrecht.

Entiendo que este es sólo un caso de los muchos que deben ser enfrentados y voto porque se amplíe el movimiento, pero el objetivo de este no debe ser llegar a a pedir la cabeza del presidente Danilo Medina y provocar una inestabilidad social y política. Con una acción como esa se pondría en peligro el futuro de la democracia y de todos los dominicanos.

El movimiento debe ser sensato, y entender que por el momento el mandatario ha hecho lo que tiene que hacer, dejar actuar a la justicia. Ahora, debe estar vigilante a que la justicia dé las respuestas que satisfagan los reclamos de nuestra sociedad. Así ganamos todos.

Atentamente,

Christian Oviedo

El Nacional

La Voz de Todos